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Del ingenio y compromiso de Nají al-Ali, un 13 de julio de 1969 aparece el Handala Palestino

“Este personaje salió de mi vida en el campamento, un niño típico de aquellos días; descalzo, indigente y privado. Creé este personaje para que nunca olvidara de dónde vengo”

Naji al-Ali

Naji al-Ali

Quien diera vida a quien es quizás el niño palestino más famoso ( Handala), Naji al-Ali nació en el poblado al-Shajara, cerca de 1937. En 1948, como resultado de la Nakba, al-Ali se vio obligado a huir al Líbano, instalándose junto a su familia  en el campamento de refugiados de Ain al-Helwe. A fin de poder continuar con su educación secundaria se trasladó a la ciudad libia de Trípoli, donde estudió por dos años en la Escuela Les Frères Blanc. Retornó a Líbano, donde vivió en el campo de refugiados de Shatila hasta 1959, año en el que se calificó como mecánico automotriz y se mudó a Arabia Saudita por un lapso de dos años.

Tras regresar al Líbano, en 1960 ingresó a la Academia de Bellas Artes de Beirut. Sin embargo, se vio obligado a dejar sus estudios en pintura por la sistemática persecución y arrestos perpetrados por la policía secreta libanesa. Fue justamente durante sus confinamientos en los espacios en los que Naji exploró el dibujo y la caricatura, a manera de expresión.

En 1962 fue el renombrado Ghassan Kanafani quien publicara, por vez primera, las caricaturas de Naji al-Ali tras asistir a una exhibición de este último, en Ain al-Helwe, cuando descubrió el potencial del caricaturista y le dio cabida en publicaciones alusivas a la lucha palestina.

En 1963 se mudó a Kuwait y se desempeñó como editor, diseñador, productor y dibujante de revista de tinte panárabe Al-Tali’a (Vanguardia). En 1968 trabajó en el Diario kuwaití  Al-Siyassa y en 1974, cuando volvió a Líbano, trabajó en el periódico Al-Safir. El 13 de julio de 1969 aparece por primera vez en una viñeta publicada en el diario kuwaití Al-Siyyasa, el referente de la resistencia palestina y del mundo de las historietas: el Handala Palestino.

Naji al-Ali fue nuevamente detenido en el Líbano en 1982, durante la invasión israelí contra la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), tras lo cual volvió a Kuwait, en 1983, previo mudarse a Londres, ciudad en la que vivió hasta su muerte, resultante de una herida de bala perpetrada el 22 de enero de 1987, y que lo llevaron a coma hasta el 29 de agosto del mismo año.

Los trabajos de Naji se enfocaron, principalmente, en exponer el sufrimiento de los refugiados palestinos que perdieron, además de su hogar, su patria, resultando en cientos de refugiados, desplazados internos y apátridas. Ello se ve reflejado en la creación más famosa de Naji: Handalah, el icónico niño refugiado palestino de 10 años, afligido por la pérdida de su patria, descalzo y mal vestido – lo que representa la humillación, el abandono y el despojo de su humanidad y su vínculo con los más vulnerables-, y cuya edad representa la edad de Naji cuando se vio obligado a abandonar Palestina. Handalah además no crecerá, hasta retornar a su hogar en Palestina.

Si bien Naji al-Ali hizo hincapié en la situación de despojo de los palestinos, al notar el poder y potencial de agitar a la sociedad a través de la caricatura tocó otros temas, denunciando principalmente la pobreza en medio de una zona geográfica de opulencia y grandes inequidades, la situación política en la región e incluso temas relacionados a corrupción y burocracia en diferentes países árabes.

Tras su asesinato, se creó el Centro Cultural Naji al-Ali en Beirut, y en 1991 se realizó una película de dirección egipcia que lleva su nombre.

Además de ser considerado uno de los palestinos más prominentes, ha sido considerado como uno de los mejores caricaturistas. Esto le valió, en 1979, el primer puesto en los premios de la Exhibición de Caricaturistas Árabes. En 1988 recibió el título póstumo a “La Pluma de Oro de la Libertad”, y el periódico japonés Asahi Shimbun lo acreditó como uno de los diez mejores caricaturistas del mundo.

Fuente: Embajada del Estado de Palestina