Ramallah, 28 de enero de 2015 – Según los relatos de testigos, en los últimos meses 11 niños palestinos han sido asesinados por soldados israelíes. De acuerdo a expertos en derechos humanos, ello revela un patrón de fuerza letal sin freno basado en una cultura de impunidad entre los soldados israelíes y sus superiores.
“Se dispara a los niños en circunstancias que fracasan en presentarse como justificadoras del uso de la fuerza letal bajo las propias pautas del ejército israelí, y aún así ningún soldado es responsabilizado por ello”, dijo Brad Paker, abogado y portavoz internacional de Defense for Children International Palestine (DCI-Palestine). “Nadie es responsabilizado por violar las normas y mucho menos por la conducta letal actual”.
Ello, dice Parker, explica una tendencia que su organización ha estado siguiendo por más de una década, DCI-Palestine contabiliza los decesos infantiles desde el año 2.000 en 1.890, todos ellos resultado de la presencia militar y de los colonos en los Territorios Ocupados.
La cifra incluye 471 casos documentados de niños asesinados durante el último ataque israelí a la Franja de Gaza en julio y agosto pasados, número que que Parker dice seguramente se incrementará con otros casos que están siendo verificados por DCI-Palestine.
Impunidad:
De los 11 casos documentados por DCI-Palestine de muertes infantiles en 2014, sólo uno fue investigado y procesado. Un policía de frontera israelí fue arrestado por homicidio en relación al disparo sufrido por Nadeem Nawara durante una protesta conmemorativa del aniversario de la Nakba el 15 de mayo.
Una investigación -sobre el asesinato de Yousef Shawamra (foto) el 19 de marzo- no adjudicaron responsabilidad por conducta criminal a los soldados israelíes; un desenlace recurrente de los procedimientos militares israelíes luego de un disparo mortal.
“La impunidad sistemática garantiza que los soldados israelíes no serán castigados incluso en casos de conducta letal”, dijo Parker. “El hecho de que haya cada vez más casos de niños asesinados con munición viva sugiere que el ejército se desentiende de las acciones de sus soldados”.
En septiembre, la destacada organización de derechos humanos israelí B´Tselem anunció que se había negado a compartir los archivos de casos de Gaza con el Abogado General del Ejército Israelí, citando una historia de “blanqueo” como resultado de investigaciones que no son “supervisadas por nadie por fuera de las fuerzas armadas”.
Objetivos:
“Lo impactante de estas muertes”, señala Parker, “es que todas ellas involucran disparos letales a los cuerpos de esos niños, la mayoría de ellos efectuados por soldados israelíes que disparan sin ser vistos donde los niños no representan ningún peligro mortal para ellos”.
El caso de Shawamra es ejemplo de ello. De acuerdo a la declaración hecha por un amigo de él a DCI-Palestine, el niño fue asesinado mientras arrancaba plantas silvestres cerca de una valla fronteriza cerca de su casa en Hebrón. Luego de oír tres disparos, los amigos se escudaron tras un arrollo seco.
Cuando Yousef se levantó y trató de correr hacia su pueblo, su amigo “escuchó dos disparos y vio a Yousef caer cerca de la valla”. Cuando se acercó a él, Muntaser escuchó a un soldado israelí gritarle “Dejalo, o te disparo a vos también”.
“Miré a mi alrededor y vi a seis soldados entre los olivos a unos 70 metros al oeste”, dijo Muntaser. “Uno de ellos me golpeó en la espalda con la culata de su rifle, me pateó, y me ordenó acostarme al lado de Yousef”.
Muntaser tuvo luego que afrontar un interrogatorio de tres horas, durante el cual no tenía idea si su amigo había muerto por las heridas en su espina dorsal y estómago, de a cuerdo a su declaración.
Amenaza directa:
El caso de Shawamra demuestra la falsedad del argumento de que los niños palestinos son asesinados por participar en actos “violentos” contra los militares israelíes.
Por ejemplo, Khalil Mohammad Ahmad al-Anati de diez años, del campo de refugiados Fawwar en Hebrón, fue asesinado a unos metros de su casa por soldados que hacían guardia en un camión de la compañía de agua que había ido a dar servicio a una planta cerca de un asentamiento ilegal allí. Khalil había salido a jugar.
Aunque 8 de los 10 asesinatos documentados antes de la Operación Borde Protector involucraron niños que, o bien estaban participando o estaban cerca de una protesta, ninguna ameritaba el uso de fuerza letal según las normativas de las fuerzas israelíes, reiteró Parker.
Por ejemplo, Orwa Khaleq, de 14 años, fue asesinado cerca de enfrentamientos habituales que se dan los días viernes a la entrada del barrio palestino de Silwad, fuera de Ramallah. A pesar de encontrarse a unos 20 metros de la carretera de los colonos, para evitar el lugar de los mayores enfrentamientos, Orwa fue alcanzado por un disparo de un soldado israelí.
“Lo más importante”, dice Parker, “es que la ocupación militar israelí amenaza directamente la vida de los niños palestinos. Hasta que los soldados israelíes no sean responsabilizados por sus acciones, más niños serán asesinados”.
Fuente: DCI-Palestine