07 de Junio de 2021
¿Cuál fue tu inspiración para convertirte en músico y cantante?
Pasé largos períodos de tiempo en soledad y, por lo mismo, siempre quise que el tiempo conmigo fuera de calidad. Así, de pequeño empecé a experimentar con diferentes tipos de arte. Dibujaba y también escribía poesía y prosa, pero creo que fue un concierto acústico (unplugged) de Nirvana el que fungió como el detonante que me llevó a la guitarra y el tratar de hacer música. Fue un concierto que surgió justamente cuando me inicié en la música y era transmitido repetidamente en MTV.
Me fascinó la simpleza de la interpretación, que a la vez era tan honesta y conmovedora, y pensé que yo podía hacer lo mismo.
Tu música es particularmente conocida por tener determinado contenido sociopolítico. ¿De qué manera crees que la música puede contribuir a la sociedad?
Considero que la música tiene el potencial de maximizar el impacto de cualquier mensaje, siempre que sea entregado de una forma correcta. El mensaje puede ser difundido más rápidamente y con mayor fuerza.
En momentos como el actual, en los que existe un choque de narrativas y guerra contra la concientización, la música con contenido reflexivo juega un rol importante en el apoyo a la causa de un artista.
La música brinda además esperanza y puede ser un método de escape, dos elementos ampliamente necesitados en nuestra región.
¿Dirías que tu identidad palestina ha tenido alguna influencia en el desarrollo de tu carrera, específicamente como parte de los 1.8 millones de palestinos viviendo en el actual Estado de Israel?
Sin duda. Nadie puede vivir en Palestina y no sentirse afectado por los aconteceres. Nuestra realidad nos afecta, ya sea a nivel colectivo o individual. Estamos sujetos a luchar constantemente con episodios y eventos que desencadenan una serie de sensaciones y sentimientos. A menudo nos sentimos impotentes y solos, inmersos entre la ira, la tristeza y la frustración y es ahí en donde, para mí, la música surge.
¿Cuál consideras que es la relevancia del arte en las luchas sociopolíticas?
El arte dice lo que los artículos de opinión no pueden. Dicho esto, hoy en día las personas están constantemente expuestas a información, opiniones y debates sobre diferentes asuntos sociales y políticos, lo que me lleva a preguntarme hasta qué punto el arte puede, aún, funcionar como una expresión de las realidades que atraviesa una sociedad e inspirar a las personas a tomar conciencia y actuar; o si, por el contrario, existe una sobredosis de todo ello y el arte sirve, entonces, como escape.
Mi experiencia me demuestra que no importa cuán distanciada crees que la población esté de la música protesta, siempre te sorprenden por la utilidad que encuentran en ella – la música protesta – en tiempos de necesidad.
Parte de tu vida se muestran en el cortometraje “Namrud, el problemático”. ¿Podrías contarnos un poco sobre el cortometraje y los objetivos detrás de su elaboración?
El cortometraje muestra mi vida y música durante el período 2014-2016. Durante esos años el Director austriaco Fernando Romero me acompañó, junto a mi hijo y mi banda musical en un viaje que busca exponer la vida de artistas y las diferentes luchas que atravesamos los palestinos de las áreas de 1948, o lo que la mayoría de occidentales llamarían Israel.
A medida que avanzaba la producción del film, la temática se esclarecía: el romper tabúes sociales y políticos es una constante en mi trabajo.
El film documenta el proceso de romper con otro tabú: el cantar en hebreo, algo a lo que siempre me opuse, al igual que la gran mayoría de palestinos. Y sin embargo ahí estaba haciéndolo, sabiendo que así podía tener un impacto mayor
¿Cuál crees que ha sido el rol de los palestinos que actualmente viven en lo que constituye Israel, en la lucha por la liberación y justicia palestinas?
El objetivo de nuestros colonizadores es el desaparecernos y, por tanto, nuestro principal rol es el de conformar una resistencia.
No estoy seguro de poder o tener que decirles a las personas qué hacer. Lo que sí puedo hacer es recordar a los palestinos que viven en lo que hoy constituye Israel, que también son palestinos que enfrentamos las tantas prácticas y crímenes del mismo sistema de apartheid que enfrentan nuestros hermanos palestinos en todo lado. Yo no veo fronteras o diferencias que nos distinguen. Nuestra lucha no puede ser divorciada de su causa principal: la libertad. Tenemos que hacer todo lo que está en nuestro poder para conjugar la lucha por la igualdad en derechos civiles para todos los ciudadanos palestinos de Israel, con la lucha por la liberación de los palestinos bajo ocupación.