RAMALLAH, 18 de Noviembre de 2014 (WAFA) – La presidencia condenó el asesinato de civiles sin importar qué parte está cometiendo los ataques, resaltando la necesidad de terminar con las causas de dichos ataques y la actual tensión para terminar con la ocupación israelí.
Condenó también el asesinato de civiles israelíes en el ataque a la sinagoga de Jerusalén Occidental y llamó al cese inmediato del asalto al recinto de la mezquita de al-Aqsa por grupos de colonos extremistas judíos así como el fin a las provocaciones de los colonos y las incitaciones de algunos ministros israelíes.
Dos palestinos armados con una pistola y hachas atacaron una sinagoga de Jerusalén Oriental, asesinando a cinco israelíes e hiriendo a muchos otros. Los dos sospechosos fueron asesinados por la policía israelí. El ataque vino un día después de que un colectivero palestino fuera encontrado ahorcado y muerto dentro de un colectivo en una parada de la compañía de transporte israelí Edge en Jerusalén Occidental.
Los medios israelíes citaron a la policía israelí declarando que hubo seis heridos, incluyendo dos policías, uno de ellos con heridas críticas, mientras que el otro policía presentaba heridas leves. Los sospechosos fueron identificados como Ghassan Abu Jamal y su primo Udayy del barrio Jabal al-Mukaber de Jerusalén Oriental.
La presidencia destacó que éste es el momento de acabar con la ocupación israelí y eliminar las causas de tensión y violencia, recalcando el compromiso de alcanzar una solución justa que esté basada en la solución de dos Estados de acuerdo a las legítimas resoluciones internacionales. La presidencia afirmó también su compromiso a mantener un ambiente calmo en línea con los entendimientos alcanzados con el rey de Jordania Abdullah II y el Secretario de Estado estadounidense John Kerry.
Tras el ataque, un grupo de colonos israelíes comenzaron a perseguir a trabajadores palestinos, atacándolos. Por ello, la policía israelí a pedirles a los trabajadores palestinos que vuelvan a sus casas temiendo que sean atacados por otros colonos.
Luego del incidente, las fuerzas acordonaron y asaltaron Jabal al-Mukaber al sudeste de la ciudad, desencadenando enfrentamientos con residentes palestinos. Las fuerzas dispararon munición viva, balas de goma y gases lacrimógenos a la casa de la familia de Abu Jamal, sospechado de cometer el mencionado ataque a la sinagoga. También agredieron físicamente a los residentes y arrestaron a dos miembros de la familia Abu Jamal.