29 de agosto de 2020
Hace treinta y tres años murió Naji Al Ali, caricaturista palestino y padre artístico de Handala -un eterno niño de viñeta- después de que un ‘desconocido’ abriera fuego sobre él cerca del periódico kuwaití Al-Qabas, con base en Londres.
Naji al Ali nació en el pueblo de Al-Shajara, en Galilea (Palestina), en 1937. En 1948, tras la creación del estado de Israel, se vio obligado a exiliarse junto a su familia en Líbano, en el campamento de refugiados de Ain al-Helwa.
Naji al-Ali fue y es el ilustrador más famoso y respetado del mundo árabe. A sus diez años tuvo que ver cómo la aldea que lo vio nacer fue completamente destruida y anexada por el ejército del recién creado Estado de Israel. Todos los habitantes, su familia incluida, fueron expulsados al igual que mas de 750 mil palestinos que perdieron sus hogares y más de tres cuartas partes de su territorio en lo que pasó a conocerse como la Nakba o catástrofe. Para el joven Naji al-Ali siguieron años de vida en campos de refugiados y trabajos ocasionales para ganarse la vida.
En la tarde del 22 de julio de 1987 recibió el impacto de una bala que lo llevó, en un agónico camino, hasta su muerte, más de un mes después. El día del atentado Naji se encontraba armado como casi todos los días de su vida, con su arma más efectiva: sus dibujos. Sus victimarios aún siguen sin darse a conocer y su muerte aún no encuentra justicia en la Corte inglesa. Pero sin dudas su obra cada día cobra más vida en cada lucha por la liberación de Palestina, en cada pueblo obstinado por defender su dignidad y su existencia. No hay muro impuesto por la ocupación que no siga siendo burlado por Hándala y su pose eterna de niño consciente de los culpables de sus pies descalzos.
Asistió a la Escuela de la Unión de Iglesias Christian Churches School y luego a la escuela de les Frères Blanc en Trípoli, Libia, donde pasó dos años. Luego, Naji regresó al Líbano al campo de refugiados de Shatila en Beirut y probó suerte en varios trabajos industriales. Cuando se calificó como mecánico de automóviles en 1957 a la edad de 19 años, se mudó a Arabia Saudita, donde trabajó durante los próximos dos años.
El ataque israelí de 1967 contra Egipto, Siria y Jordania, que se conoció como la Guerra de los Seis Días, tuvo un profundo efecto en el trabajo de Naji. Las fuerzas árabes colapsaron e Israel ocupó el Sinaí, los Altos del Golán, Gaza y Cisjordania incluido Jerusalén Este entre otros. Más de 400,000 palestinos fueron expulsados nuevamente y se convirtieron en refugiados. La derrota tuvo el impacto como un terremoto en el mundo árabe y especialmente en su conciencia nacional. Estas circunstancias dieron lugar a un nuevo personaje de dibujos animados en el trabajo de Naji llamado Handala.
“Este personaje salió de mi vida en el campamento, un niño típico de aquellos días; descalzo, indigente y privado. Creé este personaje para que nunca olvidara de dónde vengo “, escribió Naji al-Ali.
Handala se deriva de la palabra árabe Handhal, una planta de sabor sumamente amargo, para representar a un niño palestino afligido por la cruel y humillante vida de un refugiado. El nombre también refleja los amargos sentimientos que abrumaron a la mayoría de los árabes y palestinos, incluido Naji al-Ali, luego de la impactante derrota de la mencionada Guerra.
Imagen: Handala, es retratado como un niño palestino de diez años que no crece.
Fuente: resumen Google