Al reunirse este lunes en la ciudad de Nueva York con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, el mandatario republicano consideró que alcanzar un pacto de ese tipo sería un logro fantástico.
‘La mayoría de la gente diría que no hay ninguna posibilidad’, afirmó el jefe de la Casa Blanca, pero agregó que con la capacidad del gobernante israelí y ‘francamente, del otro lado’, tendrían una oportunidad.
‘Creo que a Israel le gustaría verlo y creo que a los palestinos les gustaría verlo. Y les puedo decir que a la administración Trump le gustaría’, agregó.
A su vez, Netanyahu manifestó a reporteros que él y Trump discutirían la manera en que pudieran buscar un camino para la paz entre su país, los palestinos y el mundo árabe en general.
‘Estas cosas van juntas y esperamos hablar de cómo podemos avanzar ambas’, afirmó pocos días después de que su Consejo de Ministros aprobara el inicio de trabajos de construcción en tierras palestinas ocupadas del asentamiento ilegal de Amihai.
Desde su etapa como candidato republicano Trump dijo que estaba dispuesto a mejorar los lazos de su país con Tel Aviv, y en diciembre pidió al gobierno de Barack Obama (2009-2017) vetar la resolución que se votaría en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la colonización en Palestina.
Luego de que Estados Unidos se abstuviera en ese tema y dejara el camino abierto para aprobar la medida, el republicano calificó la decisión de ‘una gran pérdida para Israel en la ONU’ y consideró que ‘haría más difícil’ negociar la paz.
En febrero, una vez en el cargo, abandonó la tradicional postura de las administraciones estadounidenses de referirse a una solución de dos Estados para el conflicto, y reiteradamente aludió a su controversial intención de trasladar la Embajada norteamericana de Tel Aviv a Jerusalén.
Actualmente la primera de esas ciudades es el centro político del país y así se reconoce a nivel global, pero el gobierno israelí declaró a Jerusalén como su capital única e indivisible.
La comunidad internacional no aprueba esta posición debido a que la parte oriental, según el derecho, es la capital de los palestinos, aunque permanece ocupada como resultado de la guerra de 1967.
Durante su estancia esta semana en Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, Trump prevé además un encuentro con el presidente palestino, Mahmoud Abbas.