MOSCÚ/PEKÍN/ROMA
Un portavoz chino del ministerio de Exteriores chino ha declarado que la situación de Jerusalén “es muy complicada y delicada, y las partes implicadas deberían tener en cuenta la paz de la región”, evitando causar “nueva confrontaciones” e influir en la resolución final sobre el Estado palestino. “Estamos preocupados por un posible agravamiento” de la situación, ha añadido.
A su vez, un portavoz del Kremlin ha subrayado que a Moscú le preocupa que el conflicto entre palestinos e israelíes se agrave aún más por el plan de Trump de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí su embajada. “Sin embargo, no discutiremos decisiones que no se han tomado aún”, ha agregado.
Por su parte, Alemania y Francia han alertado a sus ciudadanos por que puedan producirse enfrentamientos violentos en Oriente Medio por la decisión de Trump.
En una actualización de sus recomendaciones de viajes para Israel y los territorios palestinos, el Ministerio alemán en Berlín dijo: “A partir del 6 de diciembre de 2017 podría haber manifestaciones en Jerusalén, Cisjordania y la Franja de Gaza. No se pueden descartar enfrentamientos violentos”. Además, aconsejó a los viajeros alemanes en Jerusalén que monitoricen de cerca la situación a través de medios locales y que eviten las áreas afectadas.
La cancillería francesa también advirtió en su sitio web de que se esperan manifestaciones y que sus ciudadanos deberían evitarlas, así como también a grandes multitudes en Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza.
Igualmente, el Papa Francisco ha expresado su preocupación por el posible reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de EEUU y pidió que se respete el status quo de la ciudad, conforme a las resoluciones de la ONU. “Mi pensamiento va a Jerusalén. No puedo callar mi profunda preocupación por la situación que se ha creado en los últimos días”, expresó en su audiencia de los miércoles en el Vaticano, en una declaración en la que no citó directamente el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, sobre Jerusalén.
Luego, en un encuentro con un grupo de palestinos que lo han visitado en el Vaticano como parte de un diálogo interreligioso, el Papa defendido el reconocimiento de los derechos de “todas las personas” en Tierra Santa como una condición primaria para establecer diálogos entre religiones “y también entre la sociedad civil”.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no ha hecho mención a la decisión de Trump sobre Jerusalén en sus primeras declaraciones públicas desde que la Casa Blanca divulgó la nueva política.
En un discurso en una conferencia diplomática en Jerusalén, Netanyahu delineó las fortalezas económicas de Israel y su alcance internacional, enfatizando la importancia de los vínculos con Estados Unidos, pero no mencionó el anuncio oficial que Trump realizara en la tarde de este miércoles.
Asimismo, ha denunciado que hoy en día “los enemigos” se han alineado contra los musulmanes y el profeta, acusando en particular a Estados Unidos, “la arrogancia global” y el “régimen sionista, así como las figuras reaccionarias y hedonistas entre los musulmanes”.
Por su parte, el Gobierno sirio ha condenado el “paso peligroso” que se dispone a dar el presidente estadounidense, y ha llamado a la “resistencia”, tras criticar la “sumisión” de algunos países árabes a los designios de Estados Unidos. Una fuente del Ministerio de Exteriores sirio citada por la agencia oficial SANA ha valorado el anuncio que se dispone a realizar Trump como la “culminación del crimen de usurpación de Palestina y el desplazamiento del pueblo palestino”.
Frente a ello, Damasco defiende la necesidad de “la creación de un nuevo orden mundial que respete la soberanía de los países, proteja los derechos de los pueblos y ponga fin a las políticas destructivas”. En este sentido, el portavoz ha recordado que Siria ya ha advertido en contra de la “sumisión de ciertos regímenes árabes a los dictados” de Washington, lo que perjudica los intereses de los árabes.
Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, de visita en Seúl, ha instado al presidente de EEUU a reconsiderar su plan de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y ordenar el traslado allí de la embajada estadounidense. “En mi opinión semejante decisión de mover la embajada de EEUU a Jerusalén podría acrecentar el conflicto entre Israel y Palestina de nuevo, y aumentar el conflicto entre religiones”, dijo Yildrim durante una rueda de prensa conjunta celebrada tras su reunión con su homónimo surcoreano, Lee Nak-yon.
En la víspera, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió en un discurso ante el Parlamento en Ankara de que, si Jerusalén es reconocida como capital por Washington, convocará una cumbre musulmana y que la decisión podría suponer la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel.