Los fieles musulmanes y aquellos que intentan proteger la mezquita de Al-Aqsa, el foco de tensión de Jerusalén, han quedado a merced de quienes intentan dividir y “judaizar” el lugar sagrado, dijeron el domingo funcionarios palestinos, informa Anadolu.
En medio de estas políticas destructivas, más de mil millones de musulmanes están ignorando los peligros que enfrenta Al-Aqsa, dijo un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores palestino.
El ministerio también denunció los ataques de las fuerzas israelíes contra los fieles musulmanes y los colonos judíos que irrumpieron en la mezquita, incluido un incidente ocurrido el domingo por la mañana.
El ministerio dijo que planteará el tema en la cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC) del 31 de mayo en Arabia Saudí, destacando que emitir condenas y decisiones sin tomar medidas reales no es suficiente.
La declaración enfatizó la gravedad de la intensificación de las agresiones de Israel contra los fieles musulmanes en al-Aqsa desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán, mediante incursiones, barreras, golpeando a los fieles y sacándolos por la fuerza de la mezquita.
Para los musulmanes, Al-Aqsa representa el tercer lugar más sagrado del mundo.
Israel ocupó Jerusalén Oriental, en la que se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967.
En un movimiento nunca reconocido por la comunidad internacional, Israel anexó toda la ciudad en 1980, afirmando que era la capital del estado judío.
Fuente: Monitor Medio Oriente en Español