La alta representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea, Federica Mogherini, hizo ayer una férrea defensa de la solución de los dos Estados al destacar en Gaza y en Ramallah “la necesidad de tener un Estado palestino”, cuya capital sea Jerusalén Este.
El viernes ya quedó en evidencia el divorcio político entre el actual gobierno israelí, dirigido por Benjamín Netanyahu, y la Unión Europea, y ayer se confirmó.
Tras exigir ante el propio Netanyahu el cese de las construcción de colonias -que definió como un obstáculo para la paz- y defender ante el titular de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, la necesidad de recuperar el diálogo pero desde una perspectiva que incluya el reconocimiento de Palestina, Mogherini atacó luego la médula del problema: Jerusalén.
En una rueda de prensa en Ramallah junto al primer ministro palestino, Rami Hamadala, la diplomática italiana insistió en que la ciudad santa debe ser la capital tanto de Israel como de Palestina.
“Yo creo que Jerusalén puede ser y debe ser la capital de los dos Estados”, aseguró Mogherini, quien volvió a denunciar la colonización, piedra angular de la política del gabinete Netanyahu, que calificó de “ilegal” y de “obstáculo” para la paz.
Las palabras de Mogherini en Ramallah tienen un alto significado político, ya que se produce en un momento en el que el Gobierno israelí persiste en su no reconocida anexión de la zona Este y en medio de una creciente tensión en la ciudad santa,
“Necesitamos un Estado palestino. Es el objetivo y la posición que comparten toda la Unión Europea. Ayudaremos en la reconstrucción de la Franja de Gaza y en conseguir la solución de dos Estados”, ha declarado al inicio de su visita a Gaza donde está acompañada por cuatro ministros palestinos. “El mundo no puede permitirse una cuarta guerra en Gaza. No nos podemos sentar y esperar. Si lo hacemos, el conflicto durará 40 años más. Tenemos que actuar ahora”, ha añadido la jefa de la diplomacia europea.
Mogherini entró a primera hora de la mañana del sábado en la Franja a través del paso de Erez, bajo control israelí, y se desplazó hasta el barrio de Shuahiye, uno de los que mayor destrucción sufrió durante los cincuenta días de continuos y duros bombardeos que duró la última agresión israelí.
Allí, habló con algunos de los miles de palestinos que perdieron sus casas, a los que les extendió su compromiso de que recuperaran sus hogares.
“Es necesario que avancemos en el proceso de reconstrucción y para ello es necesario que veamos cómo se levanta progresivamente el bloqueo”, expresó Mogherini.
Tras hablar con los habitantes de Shuahiye, la jefa de la diplomacia de la UE visitó una de las escuelas de la UNRWA que sirvieron de refugio temporal a los más de 400.000 desplazados que causó la guerra.
En ella, visitó las aulas y conversó con algunas de las miles de familias que aún no han podido regresar a sus viviendas, a los que prometió que el proceso de reconstrucción se acelerará.
Según datos de la ONU, cerca de 20.000 casas y edificios quedaron destruidos por completo o inhabitables a causa de los bombardeos, lo que ha dejado sin hogar a cerca de 100.000 personas.
Mogherini se reunió con el presidente del Estado de Palestino, Mahmoud Abbas, como colofón de su primera visita a la convulsa zona desde que asumiera la diplomacia europea. En Ramallah, Mogherini ha apoyado la demanda del presidente Abbas de que Jerusalén Este sea la capital del futuro Estado palestino. “Jerusalén puede ser y debe ser la capital de los Estados “ afirmó Mogherini.
EFE/RTVE/LATERCE/ AFP/AGENCIAS