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La hegemonía de Israel explicada: el caso de la temporada de cosecha de aceitunas en Palestina


Foto: el olivo es símbolo de la identidad nacional Palestina| Foto: Archivo

06 de enero de 2021

“Si los olivos conocieran las manos que los plantaron, su aceite se convertiría en lágrimas”

Mahmoud Darwish

La temporada anual de cosecha de aceitunas, un acontecimiento transcendental a nivel social, cultural y económico, es una ocasión muy esperada y celebrada en la que participan familias y comunidades enteras de toda Palestina. Hay alrededor de un millón de dunums de tierras agrícolas palestinas, y unas 100.000 familias palestinas se benefician, directa o indirectamente, sólo de la cosecha de aceitunas[1]. El olivo es un símbolo de la existencia, la resistencia y el potencial de Palestina. A lo largo de la historia, los palestinos han seguido cosechando sus arboledas y campos para proporcionar al país aceitunas y aceite y celebrar nuestra identidad nacional y la conexión con nuestra patria ancestral.[2]

Bajo el gobierno militar de Israel, la Potencia ocupante, la cosecha de olivos se ha convertido en un acto de resistencia. A medida que Israel sigue confiscando más tierras palestinas para ampliar su empresa de asentamientos coloniales, y sólo en el último decenio, las fuerzas de ocupación y los colonos israelíes han destruido más de 165.000 olivos, la mayoría de los cuales tienen siglos de antigüedad, causando enormes pérdidas económicas a los agricultores y a la economía palestina, que ascienden a 50.849.265 dólares.

Este breve informe enfoca en las restricciones israelíes y la violencia de los colonos israelíes contra los agricultores palestinos durante la temporada de cosecha de aceitunas de 2020, entre octubre y noviembre.

Acceso a las tierras agrícolas

Israel no sólo se apoderó de tierras palestinas para sus asentamientos ilegales, el muro de anexión y las restricciones a la circulación, sino que ha restringido el acceso de los propietarios y agricultores palestinos a otras tierras que posteriormente fueron aisladas y cerradas con decenas de puertas militares. Al menos 40.000 dunums de olivos, en estrecha proximidad a los asentamientos israelíes o cortados detrás del muro de anexión, fueron declarados zonas militares cerradas.[3] Los agricultores palestinos se ven obligados a obtener un permiso de acceso que, de concederse, sólo les permitiría un número limitado de días al año que no son suficientes para cosechar sus campos adecuadamente. Sólo en 2018, Israel rechazó el 72% de las solicitudes de permiso a los agricultores palestinos.

Acceso a los recursos hídricos

La mayoría de los olivos de Palestina son de secano. Cuando las precipitaciones son inferiores a la media anual, los agricultores palestinos se enfrentan a una sequía que provoca una disminución sustancial de la producción de aceitunas. A medida que Israel sigue controlando plenamente nuestros recursos hídricos y aplicando políticas discriminatorias que nos niegan el derecho a acceder a un suministro de agua adecuado, los agricultores palestinos no pueden utilizar otras técnicas de riego para mejorar la generación de cultivos.

Mientras que los agricultores palestinos dependen principalmente de los manantiales de agua dulce y de las aguas subterráneas para el riego, Israel sigue controlando más de 150 manantiales en la Cisjordania ocupada debido a la continua confiscación de tierras palestinas de propiedad privada para la expansión de su empresa de asentamientos coloniales. Los recursos de aguas subterráneas también siguen bajo el control total de Israel. El más grande es el acuífero de la montaña, cuya agua proviene en un 80% de la Cisjordania ocupada. No obstante, Israel extrae anualmente el 89% del agua de este acuífero, dejando sólo el 11% para uso palestino, menos aún hoy en día debido a las continuas extracciones de los asentamientos israelíes y a la sequía de los últimos diez años.

Es importante señalar que, para el uso exclusivo de riego, los agricultores palestinos de la Cisjordania ocupada necesitan 250 millones de metros cúbicos de agua al año, de los cuales sólo reciben alrededor del 20% o unos 50 millones de metros cúbicos. Esto, además de la expansión de los asentamientos coloniales de Israel, ha provocado una fuerte disminución de la contribución del sector agrícola al PIB en el territorio palestino ocupado, del 36% en 1970 al 9,5% en 2000. En 2019, era menos del 3%.

Aceite de oliva y productos de los asentamientos israelíes

En los últimos años ha aumentado la producción de aceite de oliva de Israel en sus asentamientos ilegales, incluso en el Golán árabe sirio y en Cisjordania en Palestina.[4]En varios casos, los productos palestinos robados se llevan a Israel para ser procesados y etiquetados como «Made in Israel» para todos los mercados internacionales. Otros productores tienen su sede en asentamientos israelíes ilegales, entre ellos «Tura Winery» en el asentamiento ilegal de «Rehelim», construido en tierras pertenecientes a la aldea palestina de As-Sawiya, que recientemente anunció lo que describió como una medida «histórica» al firmar un acuerdo para distribuir su vino y aceite de oliva en los Emiratos Árabes Unidos. El sitio web de la compañía ofrece envíos a todo el mundo, y su aceite de oliva se vende en Alemania, Reino Unido, EE.UU. y Hong Kong.

Otra empresa israelí se llama «Land of Choice Olive Oil», que opera en el asentamiento ilegal de «Shilo» con una prensa de aceitunas situada en el asentamiento de «Achiya». Según el sitio web de la empresa, algunos de sus consumidores son destacados hoteles y restaurantes israelíes, como el Waldorf Astoria de Jerusalén, el Hotel David Citadel y el Hotel Dan. Internacionalmente, sus productos están disponibles en China, Rusia, Suiza y el Reino Unido. La empresa también ha participado en festivales internacionales utilizados como parte de la propaganda del gobierno israelí para normalizar su ocupación ilegal.

Hay otro productor israelí de aceite de oliva en la instalación colonial ilegal de «Einot Kedem» en el Valle del Jordán. Certificada por el Ministerio de Salud israelí, también ofrece envíos al extranjero. Otros productores operan en los asentamientos coloniales ilegales de «Kedumim», «Nokedim» y «Elkana».

Los olivos del «Parque del Canadá», construido sobre las aldeas palestinas de Imwas, Yalu, Bayt Nuba y Dayr Ayoob, que fueron destruidas y limpiadas étnicamente en el anexionado Valle de Latrun, se promueven como una atracción turística. En la parte oriental de la gobernación de Belén, la visita a un colono israelí que produce aceite de oliva en el asentamiento colonial ilegal de «Nokdim» se presenta como una «experiencia educativa y agrícola».

Ataques israelíes

Con el pleno respaldo y protección de las fuerzas de ocupación, los colonos israelíes suelen intimidar y agredir físicamente a los agricultores palestinos mientras están en sus campos. También queman y arrancan sus olivos y, en muchos casos, roban los productos de los agricultores. La organización israelí de derechos humanos Yesh Din determinó que entre 2005 y 2019, el 91% de las investigaciones sobre los ataques de los colonos contra los palestinos y sus propiedades se cerraron sin que los autores rindieran cuentas de sus ataques terroristas.

Un ejemplo explícito tuvo lugar durante la temporada de cosecha de aceitunas en 2019 en la gobernación de Nablus, que suele ser la zona donde se registra la mayor tasa de ataques de colonos israelíes. Los soldados de la ocupación israelí colaboraron con los colonos para interrumpir el trabajo de los agricultores palestinos en las aldeas de Qaryut y a-Lubban Ash-Sharqiya durante cinco días consecutivos y negarles el acceso a sus tierras. Durante ese tiempo, los soldados israelíes defendieron a los colonos del asentamiento de «Eli» y exigieron que los agricultores palestinos abandonaran sus tierras con el pretexto de una «zona militar cerrada». Cuando los agricultores se resistieron, los soldados israelíes dispararon granadas de aturdimiento y botes de gas lacrimógeno.

Desde que el presidente Trump asumió el cargo en 2017, los colonos israelíes cometieron más de 2.200 ataques contra los palestinos y sus propiedades.[5] El año 2019 fue testigo de la mayor tasa de violencia de los colonos con al menos 48 ataques contra agricultores palestinos y sus olivos, la mitad de los cuales se produjeron en la gobernación de Nablus, dañando más de 1.700 olivos.[6]

En 2020, desde el comienzo de la temporada de cosecha de aceitunas en octubre, los colonos israelíes perpetraron al menos 40 ataques, casi la mitad de ellos en la gobernación de Nablus, que causaron heridas a 26 palestinos, dañaron más de 1.700 olivos y robaron cosechas de aceitunas de más de 1.800 árboles.[7]

Selección de los principales incidentes durante la temporada de cosecha de aceitunas en Palestina en 2020[8]

  • El 7 de octubre, los agricultores de la ciudad de Huwara (gobernación de Nablus) fueron atacados por colonos que les tiraron piedras y los golpearon con palos. Las fuerzas de la ocupación israelí no hicieron nada a los colonos, sino que dispararon botes de gas lacrimógeno contra los agricultores palestinos. Un agricultor fue empujado al suelo por un soldado israelí y posteriormente golpeado por los colonos.[9]
  • El 9 de octubre, los colonos israelíes del asentamiento «Mevo Dotan», construido ilegalmente en tierras palestinas al sur de la ciudad de Ya’bad (provincia de Jenin), incendiaron alrededor de 446 olivos en el campo palestino cercano. Los colonos también impidieron que el agricultor palestino Rafa’ Abu Baker, residente en la ciudad de Ya’bad, cosechara su campo situado cerca del asentamiento.
  • El 12 de octubre, los colonos israelíes atacaron a los agricultores palestinos en la aldea de Burqa (gobernación de Nablus), causando heridas leves a cinco de ellos. En el lugar, las fuerzas israelíes dispararon balas de acero recubiertas de caucho, bombas sónicas y botes de gas lacrimógeno contra los agricultores mientras los colonos los empujaban fuera de sus tierras.
  • El 12 de octubre, los colonos israelíes del asentamiento «EtzEfraim», construido ilegalmente en tierras palestinas robadas en las aldeas de Masha y Bidiya (gobernación de Salfit), robaron la cosecha de aceitunas. Destruyeron las ramas de unos 60 olivos, aislados por el muro de anexión, pertenecientes a los aldeanos de Masha.
  • El 14 de octubre, el agricultor palestino Khaled Masha’leh, de la aldea de al-Jab’a (gobernación de Belén), descubrió que los colonos israelíes habían arrancado 200 olivos de su campo situado al norte de la aldea.
  • El 12 de noviembre, las fuerzas de ocupación israelíes atacaron con sus armas a un anciano palestino, Muhammad Salibi, de 77 años de edad, mientras cosechaba sus aceitunas en sus tierras cerca del asentamiento ilegal de «Beit Ain», construido ilegalmente en tierras pertenecientes a la aldea palestina de Beit Ummar (provincia de Hebrón). Las fuerzas israelíes golpearon brutalmente a Salibi después de negarse a cumplir las órdenes de abandonar sus tierras.

Conclusión

El Gobierno de Israel y sus colonos, alentados por una cultura de impunidad sin precedentes, siguen impulsando el programa de anexión y desplazamiento o traslado forzoso de palestinos para seguir ampliando su empresa de asentamientos.  Con ese fin, la violencia y los ataques terroristas israelíes contra los agricultores y campos palestinos durante la temporada de cosecha de la aceituna, que también se ha convertido en un símbolo palestino de firmeza, tienen por objeto amenazar la identidad nacional y la existencia de Palestina.

Hace cuatro años, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la resolución 2334, en la que se reafirman las obligaciones de Israel como Potencia ocupante en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra y la ilegalidad de los asentamientos israelíes. La resolución exige el cese total de las actividades de asentamiento de Israel, el respeto del derecho internacional, en particular las obligaciones de Israel en virtud del derecho internacional humanitario. También exige a los Estados miembros que cumplan con su obligación legal y distingan en sus tratos oficiales entre el territorio palestino ocupado e Israel.

Además de hacer responsable a Israel de sus bien documentadas violaciones y de la impunidad concedida a los responsables de atacar al pueblo de Palestina, la comunidad internacional tiene la responsabilidad jurídica y moral de prohibir todos los productos y servicios de los asentamientos israelíes, incluida, en este caso, la producción de aceite de oliva de los colonos.

Documento emitido por NAD-PLO

Traducción: Misión Diplomática de Palestina en España

http://www.embajadadepalestina.es

 E.MAIL: khaldun@embajadadepalestina.es

[1] Ministerio de Agricultura de Palestina

[2] Ibid

[3] Ibid

[4]El productor israelí de aceite de oliva «Halutza» se refiere a una parte de la Palestina ocupada como «Samaria» y parte de Israel: http://halutza.co.il/olive-oil-israel/?lang=en

[5]PLO-NAD, el Grupo de Vigilancia Palestina

[6]UNOHA – oPt

[7] Ibid

[8]La principal fuente de incidentes: PLO-NAD, el Grupo de Vigilancia Palestina

[9]Yesh Din

La-hegemonia-de-Israel-explicada-cosecha-de-acietunas-1

Fuente: documento emitido por NAD-PLO Traducción: Misión Diplomática de Palestina en España http://www.embajadadepalestina.es E.MAIL: khaldun@embajadadepalestina.es