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Ismail Shammout, con la patria en el pincel.

  Biografía

1930 Nace en la ciudad de Lod, Palestina.

 1948 Debe abandonar a la fuerza su ciudad refugiarse en el campamento    de Jan Younes, en la Franja de Gaza.

  1950 Comienza sus estudios en la Facultad de Bellas Artes en El Cairo,  Egipto.

 1953 El 29 de julio realiza su primera exposición en la ciudad de Gaza, la primera exposición realizada por un artista palestino en Palestina.

 1954 Inaugura una gran exposición en El Cairo con la participación de la artista palestina Tamam Aref al-Akhal, en ese entonces su amiga, y luego su esposa. La exposición fue patrocinada e inaugurada por el entonces presidente de egipto, Gamal Abdel Nasser el 21 de julio de 1954. Ese mismo año se muda a Italia para unirse a la Academia de Bellas Artes en Roma.

1956 Se muda a Beirut, Líbano, donde trabaja en diversos emprendimientos artísticos y culturales.

1959 Se casa con la artista palestina Tamam al-Akhal

1965 Se une a la Organización por la Liberación de Palestina (OLP) como Director de las Artes y Cultura Nacional.

1969 Es elegido como Secretario General del Sindicato de Artistas Palestinos.

1971 Es elegido como Primer Secretario General del SIndicato de Artistas Árabes.

1983 Se muda de Beirut a Kuwait con su familia luego de la agresión israelí a la OLP en Líbano.

1992 Se muda a Colonia, Alemania, luego de la guerra del Golfo.

1994 Se asienta en Amman, Jordania, hasta su fallecimiento en 2006.

Publicaciones de Ismail Shammout:

“El joven artista”, Beirut, 1975.

“Palestina, historia política ilustrada”, Beirut, 1972.

“Arte nacional palestino”, Beirut, 1978.

“Palestina en perspectiva”, Beirut, 1978.

“Arte en Palestina”, Kuwait, 1989.

Fuente: http://ismail-shammout.com/

 

Hacia lo desconocido

La mañana del 13 de julio de 1948 fuimos expulsados a punta de pistola de nuestros hogares ancestrales en Lod. Fuimos acorralados por bandas sionistas que nos llevaron a las plazas de la ciudad. Allí, rodeados por un férreo cordón de bandas sionistas fuertemente armados, fuimos llevados implacablemente hacia el Este.

El viernes 9 de Julio de 1948, Lod y Ramleh fueron capturadas por bandas sionistas. Luego de tan sólo 3 días nos despertamos con un pandemonio de gente huyendo atemorizada hacia la carretera paralela a mi casa. En minutos, miembros de esas bandas golpearon la puerta de nuestra casa con la culata del rifle y pidieron a todos los que estábamos en la casa que nos fuéramos.

No era posible procastinar o no seguir aquellas órdenes militares. Caminamos en grupos en dirección a un espacio abierto en la ciudad que lleva el nombre de “Nawa´ir Plaza”.

Decenas de miles de mujeres, niños y ancianos fueron llevados, con lo puesto, a espacios abiertos en las ciudades de Lod y Ramleh. Esas personas eran ciudadanos de esas ciudades o refugiados de Jaffa y los pueblos de los sub-distritos de la región. Se escuchaban los gritos de los niños y los gemidos de los enfermos y los ancianos.

La atmósfera comenzaba a calentarse, más depresiva y temerosa. La gente reunida estaba rodeada de coches militares y hombres armados. Un gran número de francotiradores se encontraban en las azoteas de las casas lindantes, observando de cerca y con ansiedad el proceso de desarraigo y migración forzada.

Nadie sabía lo que le estaba pasando. Muchos pensaron que el procedimiento no sería diferente a operaciones similares llevadas a cabo por la Autoridad del Mandato Británico en la mayoría de pueblos y ciudades de Palestina, cuando se pedía a la gente que saliera de sus casas y se reuniera en la plaza del pueblo o la ciudad por una cantidad de horas, durante las cuales los soldados británicos revisaba las casas en busca de armas y rebeldes.

Y al final del día la gente podía volver a sus casas. Esta vez la gente no volvió a sus casas porque la operación era de una naturaleza diferente. En cambio, se les pidió que caminaran hacia el Este a través de la ciudad saqueada.
Se estaba poniendo caluroso y aumentaba la sed y el miedo. Caminábamos hacia el Este, rodeados de judíos sionistas que nos lanzaban exclamaciones obscenas y palabras humillantes. No nos dimos cuenta que ese era tan solo el comienzo de nuestro viaje de desplazamiento.

Ismail Shammout