La vida en la Franja de Gaza es un reto a diario: la escasez de alimentos, la electricidad poco fiable, y una población en rápido crecimiento son algunos de los grandes problemas a los que se enfrentan a diario.
Bashir, de 50 años, vive en Deir al Balah, en la Franja de Gaza. Al igual que todos los residentes de la zona, él también tiene que lidiar con el suministro de electricidad racionada. En un buen día, el suministro de electricidad es de ocho horas.
Además, al igual que todos los residentes de Gaza, él también tenía que hacer la larga fila para comprar un tanque de gas. Por eso, decidió inventar un aparato de cocina que no requiriera de electricidad ni gas y, en el 2000, Bashir construyó su primer horno solar.
“Mi objetivo inicial era generar energía limpia”, dijo a la ONG Gisha.
“Este horno es mejor que uno eléctrico o de gas. Utiliza energía natural que no cuesta nada y está disponible en Gaza todo el año. La cocina solar ayuda a mantener el sabor y la calidad de la comida, y hace que esta nunca se queme, porque el sol está en constante movimiento”, añadió.
Bashir tiene experiencia en el campo de las energías renovables. Después de graduarse, trabajó durante muchos años para el Ministerio de Agricultura palestino y ahora es empleado de una empresa de materiales de construcción.
Aunque ese negocio mantiene a Bashir ocupado, él se las arregla para encontrar tiempo para ser pionero en tecnologías renovables y así poder ayudar a su comunidad.
Este horno solar cocina lentamente pero con eficacia, en su interior la temperatura puede alcanzar hasta 140 grados centígrados.
“Usted puede hacer de todo en este horno, excepto té y café”, explicó Bashir.
Debido a la eficiencia de su horno, en casa de este inventor sólo necesitan un tanque de gas al año.
Bashir colaboró en la construcción de 20 hornos solares principalmente para uso de sus vecinos.
Incluso, cualquier persona que esté interesada en fabricar su propia estufa solar tiene que ponerse en contacto con él.
“No estoy haciendo esto para mi propio beneficio”, expresó.
“Quiero ver a los jóvenes de Gaza trabajar con las energías renovables. Mi casa está abierta, y estoy dispuesto a compartir mis conocimientos”, concluyó Bashir, con la esperanza de que muchos más puedan realizar este proyecto en sus comunidades.
Fuente: elmañana.com