EEUU podría prestar su apoyo a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que definiera una solución de dos Estados basada en las fronteras de 1967, anteriores a la guerra en la que Israel ocupó los territorios palestinos, dijo un alto cargo de la Casa Blanca al diario The New York Times.

La medida sería la respuesta del presidente estadounidense, Barack Obama, y su Administración, a las declaraciones que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, realizó el lunes pasado.

Netanyahu aseguró que si volvía a gobernar, no habría un Estado palestino ni Israel cedería los territorios palestinos que ocupa, a pesar de que en 2009 se comprometió a trabajar en favor del establecimiento de un Estado palestino.

Hasta ahora, Washington se ha negado a apoyar la resolución presentada por Jordania al Consejo de Seguridad en nombre de los palestinos que contempla finales de 2017 como fecha máxima para la retirada de Israel de los territorios ocupados en Palestina.

La resolución —a la que Israel se opone totalmente- afirma que se debe establecer un Estado palestino en las fronteras anteriores a la guerra de 1967 con la posibilidad de intercambios de territorio pactados entre las dos partes.

“La premisa de nuestra posición a nivel internacional ha sido el apoyo a las negociaciones directas entre los israelíes y los palestinos”, indicó el alto cargo a The New York Times.

Ahora, añadió la fuente, “estamos en una realidad donde el Gobierno israelí ya no admite negociaciones directas, por lo tanto, tenemos que tener en cuenta esto de forma clara en nuestras decisiones de cara al futuro.”

Hace dos semanas, después del discurso de Netanyahu ante el Congreso de EEUU, funcionarios de la Casa Blanca dijeron al diario israelí Haaretz que Obama estaba interesado en intentar de nuevo que el proceso de paz avanzara en los últimos dos años de su mandato, pero que no tomarían decisiones hasta que hubieran pasado las elecciones en Israel.

En el artículo de The New York Times, el alto cargo de la Casa Blanca señala que debido a los resultados de los comicios y el contexto de su tensa relación con Netanyahu, Obama transferirá las responsabilidades relacionadas con Israel al secretario de Estado, John Kerry.

Los lazos de seguridad de EEUU e Israel se pasaron a los altos funcionarios del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

“El presidente es una persona muy pragmática”, dijo el funcionario de la administración, “no va a perder el tiempo.”

La fuente pidió no ser identificada.

Ayer, el jefe de prensa de la Casa Blanca, Josh Ernest, expresó duras críticas a la conducta de Netanyahu durante los últimos días de campaña electoral.

“El gobierno de Obama está profundamente preocupado por el uso de la retórica divisiva en Israel, que busca marginar a los ciudadanos árabes israelíes”, dijo Ernest en referencia a las declaraciones de Netanyahu, que instó a sus seguidores a votar porque “el árabe votará en masa.”

Esta retórica, agregó, “socava los valores y los ideales democráticos que han sido importantes para nuestra democracia y una parte importante de lo que une a EEUU e Israel.”