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Entrevista a nuestro Embajador Husni Abdel Wahed

Husni Abdel Wahed: “Todo palestino es un embajador potencial”

Por Redacción Diario Sirio Libanés

El flamante embajador del Estado de Palestina en Argentina, Dr. Husni Abdel Wahed, recibió muy cordialmente a los cronistas de Diario Sirio Libanés en su despacho, donde en una amena entrevista se abordaron temas en relación a su historia de vida y trayectoria así como los objetivos de su misión en el país.

Sr. Embajador del Estado de Palestina en la Argentina, Dr. Husni Abdel Wahed

ENTREVISTA

Sr. Embajador, nos gustaría consultarle sobre su procedencia y formación

Soy Palestino. Provengo de una aldea que se llama Tyreh cerca de la ciudad de Lod y como saben en el año 1948, cuando Israel ocupa la Palestina histórica, más de 500 ciudades y aldeas fueron demolidas. Una de esas aldeas fue Tyreh, la aldea de donde procede mi familia. En ese mismo año, mi familia fue expulsada, al igual que todo nuestro pueblo, y se trasladaron a un campo de refugiados, cerca de la ciudad de Jericó, donde luego nací yo. Jericó es la ciudad más antigua del mundo que aún está habitada. Muchos confunden Jericó con Damasco, porque Damasco es la capital más antigua, no la ciudad, de manera que ese título le corresponde a Jericó. En el año 1967, por segunda vez fuimos expulsados a otro campo de refugiados en Jordania. Allí logré terminar mis estudios secundarios y luego mi formación universitaria continuó en Bulgaria. Más tarde me trasladé a Cuba donde terminé mis estudios. Tengo diploma en Ciencias Sociales y soy Magister y Licenciado en Periodismo.

¿Y por qué eligió Cuba como destino?

La realidad es que la mayoría de los palestinos no tenemos opción de elegir, es lo que se nos presenta. Una de las cosas más importantes que ha hecho la Organización para la Liberación Palestina (OLP) fue preocuparse por la educación de su pueblo y durante mucho tiempo sus delegaciones, a países amigos, lo primero que pedían eran becas para formar a las nuevas generaciones. Muchos países socialistas nos ofrecían miles de becas y yo fui uno de los privilegiados en ser becado en Cuba. Si no hubiera tenido esa oportunidad mi familia no hubiera podido costear mis estudios.

Ya que mencionó a su familia, ¿cómo está constituida?

Éramos nueve hermanos, mis padres y mis abuelos que vivían con nosotros. Ahora quedamos siete hermanos y cada uno ha formado su propia familia. Yo estoy casado y tengo cuatro hijos, dos varones y dos mujeres.

Volviendo a su labor diplomática, sabemos que ha realizado tareas en otros países de América Latina, ¿cómo fueron sus experiencias allí?

Estuve en México y en Venezuela y la verdad es que cada país es una realidad distinta. Toda experiencia es enriquecedora; en este continente siempre da gusto trabajar y compartir, porque el ambiente general es muy solidario y no solamente con Palestina. El valor solidaridad está presente en la vida cotidiana de todos los latinoamericanos. Y nosotros, como palestinos, portadores de una causa justa lo percibimos en casi todas las áreas y todos los ámbitos. Además, los gobiernos latinoamericanos en su mayoría han tenido una posición muy avanzada con respecto a nuestra causa.

¿Cómo fue su ingreso a la política palestina, al área diplomática?

Palestina y los palestinos viven en una situación poco convencional, más bien es una situación atípica, tantos las condiciones de vida como la situación política y nacional. Yo siempre digo que a un palestino se le impone el trabajo político porque nuestra causa requiere, para empezar, estar bien informado y bien preparado y cuando un palestino sale a trabajar o a estudiar al exterior, inmediatamente al conocer su procedencia le llueven las preguntas. Por lo tanto, uno tiene que esforzarse para dar una respuesta convincente y no dejar mal a su patria, a su causa. Así que, todo palestino es un potencial político, todo palestino es un embajador potencial y todo palestino es un potencial militante, de hecho, todos somos militantes de la causa palestina independientemente de la militancia partidista. Pienso que la formación política de los palestinos ha sido multifacética y  multi-ideológica. Una característica que hace diferentes a los palestinos es su apertura y su formación democrática. Algo importante que ha dejado como legado Yaser Arafat fue su apertura; él tenía un lema: “que florezcan mil rosas en el campo de la revolución palestina”, haciendo referencia a la diversidad política e ideológica. Por lo tanto, todos eran bienvenidos y todas las opiniones escuchadas. Pero como es lógico, siempre la opinión mayoritaria es la que predomina, y, afortunadamente, las minorías respetaban a las mayorías y las mayorías no abusaban en desmedro de las minorías.

¿Qué autoridades lo han recibido aquí en el país y cómo se ha sentido?

Fui recibido por las autoridades de la Cancillería y ahora estamos empezando a solicitar contactos con otras autoridades argentinas. Igualmente recién estoy llegando, por lo que estoy recién comenzando mi tarea en Argentina.

¿Y cuáles son sus objetivos para esta nueva misión?

La principal tarea de un diplomático, primero es representar a su país, defender los intereses de sus ciudadanos y fortalecer las relaciones bilaterales con el país anfitrión.  Nosotros como palestinos, además, tenemos un tema adicional que es difundir y dar a conocer la realidad del pueblo palestino y de la causa palestina. Yo como palestino tengo la pretensión de trabajar en estas áreas y pienso que aquí el ambiente es propicio para cumplir con esta tarea de una forma exitosa. Tengo las aprensiones propias de un país tan grande como es Argentina, pero también tengo la confianza de llegar a un país amigo, solidario y un pueblo con un nivel cultural bastante alto con el cual se puede dialogar de una forma civilizada para llegar a resultados concretos. El Estado argentino con sus sucesivos gobiernos ha ido avanzando hacia el Medio Oriente, en relación al tema palestino específicamente. Hay que destacar que con el actual gobierno hemos avanzado mucho; por lo tanto mis expectativas son bastante altas y confío en que vamos a concretar diferentes proyectos de cooperación entre Palestina y Argentina.

Mencionó que existe ahora un momento propicio, ¿a qué se refiere?

Voy a ampliar el espectro. A pesar de que en este continente hay una comunidad árabe muy numerosa, durante mucho tiempo América Latina era un mundo desconocido para el común de los árabes y  también pienso que el Mundo Árabe era un mundo desconocido para el común de los latinoamericanos. En la últimas dos décadas ha habido mucho acercamiento entre estos dos mundos y líderes continentales como Lula en Brasil, Néstor Kirchner en Argentina y otros tantos líderes que han tenido un rol muy valioso en este acercamiento. Ahora existe un foro de América del Sur y los países árabes (ASPA), en donde ya se han efectuado varias cumbres y varias reuniones ministeriales de las distintas especialidades. Por lo tanto, ha habido mucha cooperación entre los países árabes y los países sudamericanos y por eso pienso que el momento es propicio para estas relaciones. Ahora bien, el tema palestino siempre está presente en las relaciones multilaterales y bilaterales. Este año, en el mes de noviembre, se efectuará una cumbre del ASPA en Arabia Saudita. Nosotros, entonces, creemos que es un momento propicio de ambas partes para poder avanzar en las relaciones en los diferentes ámbitos. Seguir el camino que ya fue trazado, sólo queda darle contenido y cuerpo a estas relaciones. No podemos dejar que queden solamente como relaciones netamente políticas, hay que darle cuerpo y  para eso, la cooperación y el intercambio tienen que cubrir todas las áreas.

Sabemos que la potencia ocupante trabaja con sus lobistas en cada país, en ese marco ¿cómo ve puntualmente a la Argentina donde también el Estado de Israel y sus lobistas tienen su peso, tratando de contrarrestar la causa palestina?

Dos cosas. La primera es que Argentina es un país independiente y soberano. Es un país que tiene dignidad y no permite que nadie afecte ni influya en sus decisiones soberanas y así lo han demostrado con sus políticas hacia Palestina que no concuerdan con Estados Unidos ni con Israel. La segunda, es que esto depende en gran medida, de nosotros mismos, porque tenemos que hacer bien nuestra tarea y con esto me refiero a los árabes en general. Nuestra región que esta atravesando un momento crucial, requiere tener políticas claras y consecuentes. Teniendo esto, pienso que las cosas saldrán de una mejor forma y mucho más fáciles.

Siguiendo con la geopolítica, aparentemente existe hoy un “pseudo” distanciamiento entre Washigton y Tel Aviv, ¿cómo se ve esto desde la dirigencia palestina? ¿Cree que ofrece nuevas oportunidades a la causa? 

Yo siempre sigo que primero hay que hacer bien nuestra tarea y hacer bien nuestra tarea involucra muchos elementos. La política palestina, con el apoyo de los árabes, ha sido muy consistente y hemos demostrado con hechos, en nuestra vocación pacifista y de convivencia, apertura hacia los otros. Nosotros hemos optado por la vía pacifica pero lamentablemente en el otro lado, la sociedad israelí va cada vez más a la extrema derecha. Los resultados de las elecciones israelíes grafican esto mismo. Ahora bien, el mundo juzga los hechos y no las intenciones. Nosotros hemos demostrado con hechos en nuestra política y los árabes han demostrado, también con hechos, su intención  de llegar a una solución pacífica. La iniciativa de paz árabe fue aprobada  en la cumbre árabe, por lo tanto es de todos los árabes. Estados Unidos, es la gran potencia y tiene sus intereses. Puede discrepar con Israel en algún que otro punto pero hasta el momento su relación, considero, es estratégica. Nunca intentaron engañar a nadie de decir lo contrario, reiteran y confirman una y otra vez el apoyo incondicional y el compromiso inquebrantable con el Estado de Israel. Lo que puede haber son diferencias de matices. Pero nosotros como árabes tenemos que seguir trabajando para buscar los intereses que tienen Estados Unidos y el mundo con los árabes, y hoy en día este juego de intereses es principal en las relaciones internacionales, por lo tanto no es ningún pecado hablar de esto. Si aparentemente existe un distanciamiento entre la administración Obama y Netanyahu, yo creo  que es coyuntural.  La realidad es que los palestinos hemos visto tantas cosas que no vamos a confiar hasta ver resultados concretos.

¿Considera que esta impunidad de Israel hacia Palestina puede llegar a su fin?

Todo tiene su fin. Lo único constante en política es la inconstancia, todo es posible de cambiar. Hay que tener condiciones objetivas y subjetivas para modificar las cosas y para obtener este cambio hay que trabajar; hay que tener una visión y un plan de trabajo científico y cuando hablo de ciencia me refiero a la ciencia política. Considero que la dinámica de la política actual nos indica que habrá cambios y para nosotros tienen que ser cambios positivos, favorables a los derechos del pueblo palestino. De hecho si hacemos una comparación de la opinión pública mundial actual sobre el reconocimiento de los derechos nacionales palestinos con respecto a 20 años atrás, hemos avanzado mucho. Aún nos falta un largo camino, pero nuestro pueblo está decidido a continuar su lucha hasta el logro de sus derechos nacionales.

Resaltó la importancia de una visión y un plan de trabajo. En ese marco, ¿cómo ve la relación económica entre Argentina y Palestina?

Cuando digo que hay que darle cuerpo a las relaciones árabes- latinoamericanas, en parte me refiero a eso. Tenemos un intercambio comercial pero lamentablemente Palestina está bajo ocupación. El principal proveedor de carne vacuna y pescado de Palestina es la Argentina, pero no figura como importación palestina, sino como importación israelí. Lo que tenemos que hacer es destacar que es una importación palestina. Antes de llegar aquí se me acercaron varios empresarios y me manifestaron su interés de tener algún intercambio comercial. Vuelvo a reiterar que considero al ambiente propicio y  veo posibilidades altas. Pero tenemos que esforzarnos para que estos intercambios figuren como intercambio palestino-argentino y no israelí-argentino.

También nos interesa la parte cultural. ¿Podría contarnos en qué estado se encuentra este vínculo bilateral?

Yo diría que ha habido más presencia argentina en Palestina que palestina en Argentina, y esto se debe principalmente a los pocos recursos que tenemos los palestinos. La cultura es sin dudas el mejor vehículo de entendimiento de los pueblos, es el puente más adecuado para todos. Nosotros tenemos muchas manifestaciones culturales que presentar en Argentina. De hecho, la Embajada argentina en Palestina está auspiciando un curso de idioma español y ha tenido una excelente aceptación. Pero esto no es suficiente. Aunque tengamos pocos recursos, confío en que podemos estar presentes y que la argentina ampliara su presencia en palestina. La revolución en las telecomunicaciones ayuda mucho para conocer al otro y aceptar a otra cultura sin prejuicios.

Cambiando un poco de tema, considerando que en el país hay una gran colectividad árabe, ¿cómo se dio su relación con ella?

Es la relación con uno mismo, es la relación con el mismo cuerpo. Yo pienso que los árabes somos árabes independientemente del país de donde procede cada uno; mi arabismo es a partir de mi palestinismo y viceversa, es una relación orgánica entre el individuo y el colectivo. Somos parte de la nación árabe, una parte autentica, original y orgánica. Somos la causa central de los pueblos y Estados árabes. Aquí en Argentina tenemos una ventaja: tenemos que buscar los que nos une y dejar de lado las diferencias y para ello, este país, es buen ejemplo de la convivencia de diferentes etnias y culturas. Yo pretendo extenderle la mano a todos, inclusive a los judíos de América Latina.

¿Qué opina de la coyuntura actual del Mundo Árabe?

Creo que es un tema muy complicado para hablar. Lo que ocurre en el Mundo Árabe es muy peligroso, puede amenazar la existencia de la Nación árabe y hay que tomar las cosas con mucha paciencia, tolerancia y sabiduría. Es importante que nuestros pueblos salgan de esta etapa con las menores perdidas posibles. El único beneficiario de lo que ocurre en el Mundo Árabe es Israel.

¿Coincide en que la esencia del problema está en la no resolución de la injusticia que le tocó a la causa palestina?

En nuestra región hemos convivido como un solo ser, independientemente de la ideología, la religión. A lo largo de todos los tiempos hemos sido una unidad, porque más allá del ser cristiano, judío o musulmán, en árabe decimos: “Ad-din lillah ual watan lil yami’ ”, o sea: “la religión es para Dios y la Patria es para todos”. Lamentablemente esto se ha desviado en mucho lugares y ha habido influencias negativas. Pero yo confío en la formación del Ser árabe, que es amplio de criterio e integracionista y considero que esta influencia negativa será pasajera, porque ISIS, Al Qaeda y los demás extremismos son un invento que no es parte de nuestra formación ni de nuestra cultura.