16 de septiembre de 2021
Por Mariano Ali
Escritora chilena de descendencia palestina. Meruane ha recibido los premios literarios Calamo, Otra Mirada (España 2016), Premio del Instituto Chileno Árabe de Cultura (Chile 2015), Sor Juana Inés de la Cruz (México 2012) y Anna Seghers (Alemania 2011). Actualmente enseña culturas globales en la sede madrileña de la Universidad de Nueva York.
1.- ¿Cuál es su relación con la causa Palestina? Hablemos un poco de sus vínculos familiares.
Soy descendiente palestina por el lado de mi padre: ambos abuelos vinieron a Chile desde Beit Jala – Belén, y se conocieron en Chile, donde formaron una familia. Como casi todos los primeros inmigrantes palestinos, evitaron enseñar la lengua materna a sus hijos (en este caso a mi padre y mis tías) porque temían la discriminación y querían asegurar su total asimilación a la comunidad chilena. Por ello se perdió la lengua pero no el orgullo de ser palestinos en la diáspora, y yo crecí escuchando esas historias [palestinas] como chilena descendiente.
Fue un viaje que hice a Palestina a finales del 2012 lo que me vuelve palestina: el enfrentar la violencia que sufren los palestinos en su tierra y compararla con el privilegio [que tuve] de haber contado con plenos derechos y oportunidades en Chile. Ello me hizo asumir la causa palestina como propia. Ese viaje activó afectos y rabias y asimismo activó en mí la necesidad de escribir sobre lo que había visto, experimentado y aprendido sobre la realidad palestina.
2.- Para usted, ¿quiénes son los principales referentes de la causa
palestina que le han servido como inspiración?
En la escritura que emprendí en mi libro Volverse Palestina, examiné la posición y los argumentos de pensadores palestinos como Edward Said y Mahmoud Darwish y también líderes históricos de la causa así como los fundadores del BDS –el muy brillante Omar Bargouthi, por ejemplo–. Por otro lado me inspiré en el trabajo de una pila de artistas pro-palestinos entre quienes destaco los argumentos de intelectuales judías antisionistas (Judith Butler, Jacqueline Rose, Susan Sontag) y de los escritores israelís que aparecen como pacifistas (Amos Oz, David Grossman) pero que en rigor representan posiciones oficiales más o menos “moderadas” que me sirvieron para pensar a contrapelo los argumentos israelíes supuestamente pacifistas.
3.- ¿Qué rol deben
tener las y los escritores con respecto a lo que ocurre en Palestina?
Mi posición es que si como escritora me ofrecen un micrófono o una plataforma,
debo usarla para hablar de la causa palestina, para plantear las demandas
palestinas, para denunciar las prácticas de usurpación del territorio y los
hogares palestinos, la ocupación ilegal de los colonos, la violencia que se
ejerce contra la resistencia palestina.
Yo he asumido esta tarea porque la realidad palestina ha sido tergiversada e invisibilizada. Les palestines de la diáspora que sufrimos menos censura tenemos esa responsabilidad.
4.- ¿Qué género se está escribiendo más sobre el tema palestino: ¿Poesía? ¿Ensayo? ¿Novela? ¿Cuentos?
Todos los géneros se prestan para la escritura palestina: yo misma he trabajado el tema desde el ensayo, la crónica, la poesía y la ficción (cuentos cortos, no novelas).
5.- ¿Hay motivación dentro del mundo editorial hispano para publicar temas
relacionados a la causa Palestina?
Me parece que en la última década ha habido un renovado interés en la causa
palestina y sobre todo la creciente comprensión de que oponerse al colonialismo
israelí es un asunto de justicia no de racismo o de antisemitismo, como asegura
de manera muy interesada el gobierno israelí.
Este cambio ha incidido en una cierta apertura, pero no es homogéneo: en Argentina, por ejemplo, dos editoriales que estaban interesadas en mi libro palestino lo rechazaron al ver que mi posición no es conciliadora ni trabaja la lógica de los empates (que consistiría en afirmar, para no incomodar a nadie, que cada lado es igualmente violento, igualmente culpable y tiene la misma fuerza). Cuando mi libro se publicó ahí hubo apenas una entrevista. Una, en circunstancias de que mis demás novelas tuvieron en el mismo país una cobertura muy extensa.
En Chile y en Brasil, por el contrario, la recepción del libro ha sido excelente.
6.- ¿Qué proyecto vinculado al tema palestino está desarrollando en estos momentos como escritora?
Acabo de completar un largo ciclo de escritura que se inició con la publicación de una crónica larga llamada “Volverse Palestina” (2013), a la que le sumé, en una edición posterior, el ensayo “Volvernos otros” (2014), y al que ahora le agrego una tercera parte llamada “Rostros en mi rostro” (2019). Esas tres partes se publicarán juntas en un libro llamado Palestina en pedazos a finales del 2021.
Aparte de este libro, hay algunos otros textos, como el ensayo lírico Palestina por ejemplo, y en la actualidad estoy trabajando en un proyecto inabarcable sobre los lugares de la diáspora palestina, uno que no pierdo la esperanza de poder terminar en los próximos diez años…
7.- ¿Qué método y/o rutina cumple al momento de escribir?
No tengo método ni manía, tampoco tengo horario: escribo cuando necesito hacerlo, cuando una voz o una idea me asaltan y tengo que ponerla por escrito. Y me instalo sin problema en cualquier mesa, oficina, sillón, o cama. Sólo necesito una computadora, algo de continuidad en el tiempo y silencio. Y por supuesto, algo que exija ser relatado.
Entre las principales obras de Meruane destacan:
- Sangre en el Ojo (2012);
- Sistema Nervioso (2018);
- Contra los hijos (2014); y
- Volverse Palestina (2013).
Fuente: Embajada del Estado de Palestina en Argentina