Hechos claves:
– En junio de 2007, tras la toma del poder de Gaza por Hamas, Israel impuso un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo de la Franja de Gaza.
– El bloqueo ha reducido el PIB de Gaza en un 50 por ciento (Banco Mundial, 2015).
– La tasa de desempleo en Gaza durante 2014 fue del 43 por ciento de promedio: la más alta del mundo. Entre los jóvenes, el desempleo alcanza el 60 por ciento (Oficina Central de Estadísticas Palestina, PCBS).
– Casi el 80 por ciento de la población de Gaza recibe alguna forma de ayuda internacional, siendo la mayor parte ayuda alimenticia.
– En los primeros cinco meses de 2015, la media diaria de pasos de gazatíes con permisos pertinentes a través del cruce fronterizo de Erez, controlado por los israelíes, fue de 449, más del doble que en el mismo periodo de 2014, pero menos que los 26.000 pasos diarios antes de septiembre de 2000 (segunda intifada).
– La frontera de Rafah, controlada por Egipto, ha estado permanentemente cerrada, incluso para la ayuda humanitaria, desde el 24 de octubre de 2014, con la excepción de 15 días (hasta mayo de 2015), en que se abrió parcialmente.
– La frontera de Kerem Shalom es el único paso para mercancías que está operativo en estos momentos; antes de la imposición del bloqueo había cuatro.
– Israel define los materiales básicos de construcción (grava, barras de acero y cemento), junto con una amplia gama de piezas de repuesto, equipos informáticos y vehículos, como artículos de “doble uso”, restringiendo su importación.
– Hasta el momento, ha entrado en Gaza menos del 1 por ciento de los materiales de construcción requeridos para reconstruir las casas destruidas y dañadas durante las hostilidades, así como para abordar las necesidades derivadas del crecimiento demográfico natural (datos de Shelter Cluster, junio de 2015).
– En los primeros cinco meses de 2015, salieron de Gaza vía Israel 408 camiones de transporte de mercancías, lo que supone cinco veces más que el transporte habido en el mismo periodo de 2014 (83 camiones), pero solo el 7 por ciento del volumen exportado en el periodo equivalente de 2007, antes de la imposición del bloqueo (5.451 camiones).
– El acceso a las áreas que están a varios centenares de metros de distancia de la valla israelí que rodea Gaza es extremadamente peligroso o está directamente prohibido, impidiendo u obstaculizando las actividades agrícolas.
– A los pescadores de Gaza se les impide faenar a menos de una tercera parte de las áreas de pesca acordadas en los Acuerdos de Oslo: en estos momentos, el límite está en las seis millas náuticas, mientras que en dichos acuerdos se estableció en 20 millas náuticas.
1.- 1,8 millones de palestinos están “encerrados” en Gaza y se les niega incluso el libre acceso al resto de los territorios palestinos ocupados y al mundo exterior. Las restricciones a los movimientos de las personas impuestas por Israel desde comienzos de los años 90, e intensificadas en junio de 2007, alegando razones de seguridad, han afectado gravemente a las condiciones de vida en Gaza y han fragmentado los territorios palestinos ocupados, así como su tejido económico y social. En los últimos meses, las autoridades israelíes han aumentado de forma significativa el número de permisos de salida emitidos para los palestinos; sin embargo, son una pequeña minoría quienes pueden obtener esos permisos: principalmente, personas enfermas, empresarios/as y personal de organizaciones internacionales. El aislamiento de Gaza se ha visto exacerbado por las restricciones impuestas por las autoridades egipcias en la frontera de Rafah.
2.- Las restricciones de larga duración impuestas por Israel han afectado gravemente a la economía de Gaza, provocando elevados niveles de desempleo, inseguridad alimentaria y dependencia de la ayuda exterior. Algunas de estas restricciones son las impuestas a la transferencia de mercancías a Cisjordania e Israel; a las importaciones de “artículos de doble uso”, y al acceso de las personas a sus tierras de cultivo y a las zonas de pesca. Las autoridades israelíes han suavizado recientemente algunas de estas limitaciones, pero las restricciones fundamentales siguen en vigor, impidiendo la mejora de la economía. En su lugar, tenemos la destrucción de activos económicos durante las hostilidades, la grave escasez de electricidad y la incapacidad del gobierno palestino de consenso nacional para asumir efectivamente funciones gubernamentales en Gaza, debido a las divisiones internas.
3.- Las restricciones israelíes sobre las importaciones de materiales básicos de construcción y equipos han deteriorado de forma importante la calidad de los servicios básicos y ha impedido la reconstrucción y reparación de casas. El acceso limitado a estos materiales desde 2007 ha impedido o retrasado la construcción, reparación y mejora de las viviendas e infraestructuras, tareas necesarias para afrontar el rápido crecimiento de la población y la devastación causada por los reiterados ataques. Esto ha deteriorado la calidad de la atención sanitaria, la educación y los servicios de agua y saneamiento disponibles en Gaza, además de prolongar el desplazamiento de aquellas personas que perdieron sus hogares. Aunque las restricciones sobre las importaciones siguen en vigor, tras el alto el fuego de agosto de 2014, se creó provisionalmente el Mecanismo para la Reconstrucción de Gaza (GRM), que permite la entrada controlada de los materiales sobre los que pesan las restricciones israelíes, lo cual ha producido un aumento importante en la importación de dichos materiales.
4.- Como potencia ocupante, Israel debe levantar el bloqueo, que impide la realización de una amplia gama de derechos humanos de los palestinos de Gaza. El Secretario General de la ONU ha declarado que el bloqueo y las restricciones que le acompañan contravienen el artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra, que prohíbe los castigos colectivos. Aunque las recientes medidas de flexibilización de las restricciones son bienvenidas, es de suma importancia el levantamiento total del bloqueo para detener el continuo deterioro de las condiciones de vida de Gaza e impedir un nuevo ciclo de violencia.
Fuente: OCHA / Traducción: Javier Villate en el Blog Disenso