02 de noviembre de 2024
Hoy conmemoramos 107 años de la Declaración de Balfour, documento que marcó el inicio del fin de la paz en nuestra patria histórica y el inicio de la ocupación prolongada, la anexión territorial y demás crímenes conexos en Palestina.
La “Declaración Balfour” se refiere a una carta enviada por el Secretario de Relaciones Exteriores británico Arthur James Balfour al Barón Lionel Walter Rothschild, líder de la comunidad judía de Gran Bretaña e Irlanda, el día 2 de noviembre del año 1917, para que el contenido de esta misiva fuera conocida y discutida en el seño de la Federación Sionista.
Después de esta manifestación firmada en 1917 y prueba cómplice de apoyo al sionismo por parte de colonialismo británico, cien mil colonos judíos, principalmente europeos, invadieron el territorio de la palestina histórica en los primeros años posteriores a la divulgación de este nefasto documento que con el tiempo se convirtió en una declaración de principios a favor del sionismo y sentó las bases de un plan aún vigente en las acciones que ejecuta diariamente el ejército de ocupación israelí en contra del pueblo palestino.
La “Declaración Balfour” fue el primer documento oficial en el que Reino Unido se comprometió a facilitar y respaldar la creación de “un hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina, un ideal buscado por el movimiento sionista y que ha ido ejecutando por la fuerza, violando el derecho internacional y los derechos humanos de las y los palestinos tipificados como crímenes de lesa humanidad, fomentando el racismo y el fundamentalismo judío, tergiversando los valores esenciales de la democracia, imponiendo la cultura del odio hacia los palestinos en la comunidad judía y usando su poderío económico, militar y mediático para invisibilizar al pueblo palestino.
Gran Bretaña, en un absurdo histórico, en una decisión abusiva y criminal prometió entregar un territorio que nunca fue de su propiedad a terceros cuyo vínculo con la región era inexistente. Esto trajo como consecuencia avalar un plan de colonización que en esencia llevaba el signo del racismo pues implicó poblar con extranjeros una tierra ya habitada por siglos, expulsando a la población originaria creando las bases del actual sistema de apartheid que rige en el territorio palestino ocupado. La Declaración Balfour se convirtió en un aspecto esencial de la memoria colectiva en la mayoría del pueblo árabe y representa un elemento fundamental para comprender el contexto histórico de la resistencia palestina.
El historiador británico Arnold Toynbee calificó a Balfour de hombre malvado. Toynbee creía que Balfour y Lloyd George conocían las catastróficas implicaciones que tenían para los palestinos originarios la Declaración Balfour y el hecho de que los británicos fomentaran una comunidad colonial en Palestina. Los palestinos no sólo continúan sometidos a la actual limpieza étnica y a las políticas de cruzada en Jerusalén en pleno siglo XXI, sino que durante las siete últimas décadas los israelíes y el lobby proisraelí han desafiado y silenciado los intentos por parte de los palestinos de constituir un relato coherente de su propio pasado. Todavía hoy la Catástrofe (Nakba) de 1948 se excluye del discurso oficial en Gran Bretaña mientras que Israel goza de un apoyo extraordinario de su gobierno.