Hoy se cumplen 106 años desde de la vergonzosa Declaración Balfour, un pedazo de documento mediante el cual Reino Unido ofreció un territorio que no le pertenecía al sionismo a fin de materializar la creación de su “estado-nación”. Esto se dio a costa del despojo forzoso de la población autóctona que en sus 2/3 fue expulsada para jamás retornar. Significó además la limpieza étnica de más de 500 poblados y aldeas palestinas, y decenas de masacres y vejaciones a la población civil, violaciones de mujeres palestinas y demás crímenes perpetrados posteriormente por milicias sionistas altamente armadas en lo que los palestinos llamamos la Nakba.
La Declaración Balfour marcó el inicio del fin de la paz en nuestra patria histórica y el inicio de la ocupación prolongada, la anexión territorial y demás crímenes conexos que el pueblo palestino vive hasta el día de hoy. Fue, el punto de partida.
Esta declaración colonial y por ende violatoria del derecho internacional y de los intereses del pueblo palestino ordenaba textualmente lo siguiente:
Estimado Lord Rothschild.
Tengo gran placer en enviarle a usted, en nombre del gobierno de su Majestad, la siguiente declaración de apoyo a las aspiraciones de los judíos sionistas que ha sido remitida al gabinete y aprobada por el mismo.
‘El gobierno de su Majestad ve favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y usará sus mejores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando claramente entendido que no debe hacerse nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina, o los derechos y el estatus político que disfrutan los judíos en cualquier otro país’.
Estaré agradecido si usted hace esta declaración del conocimiento de la Federación Sionista.
Arthur Balfour