Carta de S.E. Mahmoud Abbas
Presidente del Estado de Palestina
por el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino
29 de noviembre de 2017
S.E. Sr. António Guterres, Secretario General de la ONU
S.E. Sr. Miroslav Lajčák, Presidente de la Asamblea General de la ONU
S.E. Sr. Sebastiano Cardi, Presidente del Consejo de Seguridad
S.E. Sr. Fodé Seck, Presidente del Comité sobre el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino
Excelencias, damas y caballeros,
Este mismo día hace setenta años, el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General adoptó la Resolución 181 (II), decidiendo injustamente la partición de Palestina sin el consentimiento de su gente, en contra de su voluntad y con una indiferencia flagrante frente a su Derecho a la Autodeterminación. Unos meses después, Israel desterró forzosamente a dos tercios de la población palestina de sus tierras y destruyó más de 400 pueblos y aldeas, abriendo el camino a la adquisición violenta de más de tres cuartos del territorio de Palestina, mucho más de lo que le fue asignado en el plan de partición. Luego, en 1967, hace cincuenta años, Israel ocupó lo que quedaba del territorio de Palestina, representando un 22% de la Palestina Histórica, incluyendo a Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza.
Israel fue establecido en 1948 y al poco tiempo fue recibido en las Naciones Unidas – incluso durante la Nakba del Pueblo Palestino y a pesar de que la Causa Palestina no había sido resuelta – setenta años después, el Pueblo Palestino sigue a la espera de su libertad, su independencia y el lugar que le corresponde entre la comunidad de naciones.
Durante este aniversario es esencial reflexionar sobre la historia y sobre estos hechos, la Nakba continúa, pues el Pueblo Palestino sigue desplazado y privado de sus Derechos Inalienables, y sus aspiraciones nacionales siguen siendo negadas. La solución de este conflicto necesita de la enmienda de esta grave injusticia, defendiendo los Derechos Humanos y el Derecho Internacional, que son fundamentales para garantizar la libertad y los Derechos del Pueblo Palestino, y una solución justa para establecer una paz genuina, seguridad y coexistencia.
Durante setenta años, nuestra nación ha recurrido a la Comunidad Internacional en búsqueda de reparación y apoyo en su lucha por la libertad y la independencia. Sin embargo, durante estos setenta largos años, la injusticia ha continuado a diario con pérdida de vidas, violencia, sufrimiento, dificultades, opresión, colonización, detenciones, confinamiento y castigo colectivo. A pesar de todo, nuestro Pueblo que sigue privado de sus Derechos básicos, incluyendo su Derecho a la autodeterminación, continúa perseverando y comprometiéndose con la paz, la Ley y las Resoluciones de la ONU, como el camino hacia su realización.
Este año, su perseverancia se reflejó, inter alia, en la resistencia pacífica de nuestra gente en Jerusalén, que llevó a Israel a retractarse de la decisión de controlar la Mezquita de Al-Aqsa, también se reflejó en la huelga de hambre llevada a cabo por los prisioneros palestinos. No obstante, la resistencia se vive día a día en la firmeza épica de nuestra gente, incluso a la luz de esta injusticia histórica y de los inmensos retos que afrontan cada día, viviendo bajo ocupación militar extranjera, bloqueo y exilio.
Cada año en este mismo día, homenajeamos la resistencia del Pueblo Palestino y la solidaridad mundial con nuestra justa causa, uno de los más grandes movimientos de solidaridad de los últimos tiempos. Dicha solidaridad está fundada en el núcleo de los principios de la justicia, la libertad y la igualdad de Derechos y Dignidad consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, en el Derecho Internacional y en el objetivo común de paz.
El Pueblo Palestino ha apoyado y ha estado al lado de muchas naciones en su lucha por la libertad y la independencia, y ha sido testigo de la obtención de su libertad, en países donde el colonialismo y el Apartheid llegaron al final con el apoyo de la Comunidad Internacional. Nos sentimos honrados de que hoy esos países y sus Pueblos estén al lado del Pueblo Palestino, ya que finalmente han podido tomar su lugar entre la comunidad de naciones libres. Recordamos en este día las palabras del heroico Nelson Mandela, quien reflexionando sobre la indivisibilidad de la libertad, declaró: “Nuestra libertad está incompleta sin la libertad del Pueblo Palestino”.
Nunca hemos dejado de buscar nuestra libertad a través de todos los medios pacíficos, políticos, diplomáticos y legales posibles. Han pasado veinticinco años desde la firma de los Acuerdos de Oslo, unos Acuerdos provisionales que se supone llevarían en un lapso de cinco años a la independencia del Estado de Palestina y a un Tratado de Paz que resolviera todas las cuestiones, dándoles un estatus final. Reconocimos a Israel con las fronteras de 1967 y hasta la fecha, Israel se rehúsa a hacer lo mismo, no solo se rehúsa a reconocer al Estado de Palestina y su Derecho a la Autodeterminación, sino que también continúa con sus actividades coloniales en el territorio ocupado del Estado de Palestina, incumpliendo gravemente las Resoluciones de la ONU y el Derecho Internacional, el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Penal, y obstruyendo nuestra independencia.
Con todas aquellas políticas y acciones ilegales, las cuales han sido constantemente deploradas y rechazadas por la Comunidad Internacional, incluyendo la reciente Resolución 2334 (2016) del Consejo de Seguridad de la ONU, Israel está atrincherando su ocupación en lugar de actuar para ponerle fin, destruyendo la solución de dos Estados y creando una crisis existencial para el Pueblo Palestino y para la perspectiva de paz.
Ante el flagrante desprecio de Israel por la Ley, se hace urgentemente necesario tener una acción decisiva, así como Resoluciones de la ONU y un consenso internacional duradero, basados en la justa solución de dos Estados. Cada Miembro de la Comunidad Internacional debe preguntarse si ha hecho todo lo que está en su poder para poner fin al despojo palestino y a la ocupación israelí, con el fin de lograr la paz para todos los Pueblos de la región. Creemos que se puede y se debe hacer mucho más.
Las violaciones de Israel no pueden permanecer impunes, ya que constituyen Crímenes de Guerra y Crímenes de Lesa Humanidad, así como una amenaza inminente a la paz y la seguridad internacional. La ONU es responsable de la Causa Palestina hasta que se resuelva en todos los aspectos y la obligación de todos los Estados es respetar y velar por el respeto al Derecho Internacional, el cual debe mantenerse y ser traducido en acciones concretas y coordinadas.
Les instamos a cumplir con sus obligaciones, no a reconocer la situación ilegal creada por las políticas y medidas adoptadas por Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, incluyendo a Jerusalén Este, ni a prestar ayuda o asistencia para mantener dicha situación. Les instamos también a diferenciar entre los territorios de la potencia ocupante y los territorios ocupados, con el objetivo de garantizar la rendición de cuentas y contribuir a poner fin a esta injusta situación.
Solo acabando con la impunidad de Israel, se puede labrar el camino a la paz. La acción individual y colectiva es vital para impedir nuevas violaciones, asegurar justicia para las generaciones de víctimas palestinas y salvar a las futuras generaciones de la opresión, la subyugación y el exilio forzoso, cumpliendo la promesa de su propia existencia y su Autodeterminación. Solo dicha acción podría iniciar un capítulo nuevo en el que sea posible una paz genuina y duradera entre Palestina e Israel.
La paz es el más noble de los propósitos y nosotros seguimos luchando para lograrla. Hemos adoptado, junto con los países árabes y los países Miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), la Iniciativa Árabe de Paz, en la que se estipula que una vez Israel acabe con su ocupación y se retire de los territorios palestinos y árabes ocupados en 1967, habrá un reconocimiento mutuo y se normalizarán las relaciones entre todos los Estados de la región e Israel.
Además, hemos cumplido con nuestras obligaciones en virtud de la Hoja de Ruta para la Paz llevada a cabo por el Cuarteto y respaldada por la Resolución 1515 (2013) del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual Israel continúa violando hasta el día de hoy.
Hemos apoyado todas las demás iniciativas de paz, incluyendo la Iniciativa Francesa para salvar la solución de dos Estados y el avance de la paz, lo cual condujo a la convocatoria de la Conferencia de París; también seguimos la Iniciativa del Presidente ruso, Vladimir Putin, la Iniciativa del Presidente chino, Xi Jinping, y los esfuerzos del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la esperanza de que dichos esfuerzos puedan llevarnos a un acuerdo histórico de paz sobre la base de dos Estados y las fronteras anteriores a 1967, con Palestina e Israel viviendo lado a lado en paz, seguridad y buenas relaciones vecinales. Sin embargo, los líderes israelíes han socavado de manera deliberada todos los esfuerzos de paz, prefiriendo declarar y cumplir con su compromiso absoluto de colonizar nuestra tierra y deshumanizar a nuestro Pueblo en detrimento de la paz.
Al intentar hacer su ocupación militar y colonial irreversible, con su implacable agresión, provocación e incitación contra el Pueblo Palestino, incluyendo a Jerusalén y los lugares sagrados cristianos y musulmanes, socavando su statu quo histórico, especialmente en lo que respecta a la Mezquita de Al-Aqsa, Israel amenaza con transformar un conflicto político resoluble en la realidad de un Estado de Apartheid o en una guerra religiosa sin fin.
Estamos totalmente comprometidos con el Derecho Internacional, la Legitimidad y la solución de dos Estados sobre las fronteras de 1967, permanecemos listos para dar la oportunidad a todos los esfuerzos regionales e internacionales, basados en los términos de referencia de larga data para lograr una paz justa. Pero si los esfuerzos para dicha solución fallan, el Pueblo Palestino no desaparecerá ni aceptará el sometimiento y la opresión como su futuro.
Nuestro Pueblo continuará con su legítima lucha para obtener sus Derechos Inalienables y luchará por la igualdad de derechos para todos en la Palestina histórica, sin discriminación. Reiteramos en esta ocasión, que nuestra lucha no es y nunca ha sido en contra del judaísmo, ya que respetamos todos los credos, sino que ha estado en contra de la ocupación colonial de nuestra tierra y de la negación de nuestros Derechos Humanos Inalienables, incluyendo nuestro Derecho a la Autodeterminación.
Mantenemos firme nuestra convicción en el Derecho y las Instituciones Internacionales, a pesar de décadas de decepción y desilusión, el Estado de Palestina continuará comprometido con todos los esfuerzos para promover el Estado de Derecho Internacional, incluso mediante el fortalecimiento de sus Instituciones y el empoderamiento de su Pueblo, en particular las mujeres y los jóvenes.
En este aspecto, la reconciliación nacional es una prioridad y contribuirá a nuestros esfuerzos para unir las tierras palestinas y su gente. Haremos todos los esfuerzos para poner fin a la división en todos los aspectos y garantizar que el Gobierno Palestino pueda mantener todas sus responsabilidades en la Franja de Gaza, así como sus obligaciones con nuestra gente. Aprovechamos esta oportunidad para reiterar nuestro profundo aprecio por la República Árabe de Egipto por sus esfuerzos y por haber instado nuevamente a la Comunidad Internacional a ayudarnos a levantar el bloqueo ilegal e inhumano de Israel en la Franja de Gaza, y a darnos todo el apoyo necesario para remediar la grave situación humanitaria.
En el centenario de la innoble Declaración de Balfour, en el aniversario de la Resolución 181 (II) y en la víspera de los setenta años de la Nakba, que millones de refugiados palestinos sufren en el exilio a la espera de una solución de acuerdo con la Resolución 194 (III) y después de más de cincuenta años de ocupación extranjera en Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza, pedimos nuevamente protección internacional para nuestro Pueblo, para la aplicación de las Resoluciones de la ONU y la adopción de medidas por parte de todos los Estados, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales para ayudar a marcar el fin de la colonización y la ocupación israelí de nuestra tierra.
El respeto por el Derecho Internacional es la piedra angular para lograr la paz. No obstante, ni ese respeto ni el objetivo de la paz pueden lograrse solo mediante declaraciones, las palabras y los compromisos deben corresponderse con acciones para implementar la Ley. En este Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, hacemos hincapié en que es una cuestión urgente e instamos a que no se escatime ningún esfuerzo. Asimismo agradecemos a todos aquellos que defienden firme y noblemente el Derecho Internacional y el logro de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino y la Paz.
Esperamos el día en que podamos celebrar juntos la libertad de nuestro Pueblo en el Estado Independiente de Palestina, con Jerusalén Este como su capital, para dar la bienvenida a todos ustedes en una Jerusalén reconciliada con su nombre original: Ciudad de Paz.
Que la paz esté con ustedes