Durante los días lunes y martes de esta semana, la Asamblea General de la ONU debatió la cuestión palestina, enmarcada en las actividades por el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, que desde 1977 se celebra cada 29 de noviembre.
El Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), la Liga Árabe, la Unión Europea (UE) y naciones de los cinco continentes demandaron además el levantamiento del bloqueo a la Franja de Gaza y la recuperación de ese territorio devastado por 50 días de bombardeos israelíes, en julio y agosto pasados. También destacaron los llamados a evitar acciones que profundicen el conflicto, sobre todo en la dimensión religiosa, a partir de la escalada de violencia de las últimas semanas en Jerusalén.
La plenaria de los 193 miembros de la ONU escuchó además la urgencia de que las fuerzas de ocupación israelíes respeten el principio de la proporcionalidad en el ejercicio de su legítimo derecho a la seguridad.
Las dos jornadas de debates ratificaron el interés de la comunidad internacional en lograr negociaciones que lleven de una vez por todas a la tan ansiada solución de los dos Estados, uno palestino y otro israelí, conviviendo en paz bajo las fronteras anteriores a la ocupación de 1967.
El consenso predominante es que esa es una salida digna a la cuestión de los refugiados y un estatus mutuamente aceptado para Jerusalén.
En su discurso ante la Asamblea General, el embajador del Estado de Palestina en la ONU, Riyad Mansour, agradeció el respaldo global a las causas del pueblo palestino.
Asimismo, denunció que la intransigencia, la mala fe y las acciones destructivas de Israel han alejado de manera significativa las posibilidades de alcanzar la paz y la solución de los dos Estados.
De acuerdo con el diplomático, abundan los ejemplos de esa postura, entre ellos la reciente agresión a Gaza, donde murieron casi dos mil 200 personas, la mayoría civiles, incluyendo más de 500 niños, y quedó destruida la infraestructura del territorio habitado por un millón 800 mil seres humanos.
Habría que añadir el impulso a la colonización, los persistentes castigos colectivos, la represión, las provocaciones en sitios sagrados, los desplazamientos forzados por la demolición de viviendas y el empeño en modificar la demografía, la identidad y el estatus de Jerusalén, advirtió.
Mansour instó a todos los países y al Consejo de Seguridad de la ONU a actuar para evitar consecuencias impredecibles. En ese sentido, pidió al Consejo hacer valer su responsabilidad y mandato, concretamente con el apoyo al proyecto de resolución presentado por Palestina para fijar una fecha de cese de la ocupación, y de búsqueda de la salida de los dos Estados.
Fuente: Agencia Prensa Latina