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15 de diciembre de 2014 – Declaración del Embajador Riyad Mansour ante la Asamblea de Estados Partes del Estatuto de Roma en la Corte Penal Internacional (30º Sesión), Debate General, Nueva York.

Sr. Presidente,

 

Quisiera felicitarlo por su elección como Presidente de la Asamblea de los Estados Parte y expresarle nuestro aprecio y gratitud a la Presidente saliente, Embajadora Tina Intelmann, por su ardua labor y dedicación en los últimos tres años. Quisiera también agradecer a los jueces salientes por su experiencia y contribuciones a la Corte y a la comunidad internacional así como felicitar a los jueces recientemente electos.

 

Sr. Presidente,

 

Éste es un momento muy especial para el Estado de Palestina al ser invitados a participar en esta reunión bajo la norma 94 como Estado observador por vez primera. En nombre del pueblo palestino y su liderazgo, estamos profundamente agradecidos por esta invitación y hemos escuchado atentamente a cada una de las declaraciones hechas, desde la sesión inicial y a lo largo del Debate General.

Los mensajes colectivos transmitidos por los Estados Partes y observadores, incluidos aquellos destinados a combatir la impunidad, preservar la justicia, defender los derechos humanos e institucionalizar la complementariedad, han sido rotundos, en voz clara y fuerte.

La importancia de la universalidad del Estatuto de Roma y el llamado a los Estados que no han ratificado el Estatuto de Roma y se unieron a la Corte Penal Internacional fue aún más alta. En este sentido, debe ser tenido en cuenta que de hecho existe un consenso entre el pueblo palestino, sus organizaciones políticas y su liderazgo de unirse a la Corte Penal Internacional (CPI). El momento de unirse será decidido por nuestro liderazgo en el momento apropiado. Podríamos muy bien ser el Estado Parte número 123 en unirse a la CPI.

Sr. Presidente,

Vemos a la CPI como el mecanismo legal y pacífico internacional para combatir la impunidad y buscar justicia y responsabilidad. Es la Corte donde los palestinos desean buscar justicia por los crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad que están siendo perpetrados contra ellos por Israel, la potencia ocupante, en el Territorio Palestino Ocupado, incluyendo Jerusalén Oriental. Si los crímenes están siendo cometidos contra nuestro pueblo y no somos capaces de procesar a los criminales, ¿no es acaso la CPI el lugar adecuado a donde recurrir? Si el Estatuto de Roma dice que “la transferencia, directa o indirectamente, por parte de la Potencia Ocupante de partes de su propia población civil a los territorios que ocupa” es un crimen de guerra, entonces en el caso de los asentamientos ilegales israelíes en nuestra tierra ocupada, ¿acaso no es lógico acudir a la CPI para que enjuicie y lleve a un final a este continuo crimen de guerra y enjuicie este continuo crimen?

Cuando más de 500 niños palestinos son asesinados sin piedad y más de 3000 son heridos en 50 días por la potencia ocupante durante su agresión contra la parte sur del Estado de Palestina ocupado en la Franja de Gaza, ¿no deberían estos crímenes ser enjuiciados y aquellos que son responsables de cometerlos castigados?

Cuando familias palestinas enteras han sido asesinadas por la potencia ocupante y sus árbol genealógico literalmente no crecerá más, ¿no deberían esos crímenes ser enjuiciados por la CPI?

Unirse a la CPI es congruente con defender el Estado de Derecho, el derecho internacional y es el mecanismo apropiado para buscar justicia y defender los derechos humanos. Es un mecanismo judicial de compensación pacífico.

Cualquiera que sostenga que unirse a la CPI es una línea roja que no debe cruzarse está en esencia oponiéndose a la posición colectiva de lo que la CPI sostiene. El Estado de Palestina debería ser alentado a y ser felicitado por buscar justicia y protección a través de un método legal, pacífico y civilizado que la CPI ofrece.

Aquellos cometiendo crímenes contra una población civil, incluidos contra el pueblo palestino, no deberían aleccionarnos en temas relativos al Estado de derecho, derecho internacional, moralidad y humanidad. Deberían estar escuchando los claros mensajes que hacen eco en estas salas y las sabias declaraciones de aquellos que apoyan la noble misión de la CPI.

Como la CPI promueve la justicia y los derechos humanos, creemos apropiado compartir con todos ustedes que este año el Estado de Palestina se unió a siete tratados básicos de derechos humanos sin una sola reserva, además de acceder a las Convenciones de Ginebra y la Convención de La Haya. Este fue un momento de mucho orgullo para el Estado de Palestina y es un reflejo de nuestro sólido compromiso con los derechos humanos y el derecho internacional. Vemos a la CPI como un componente necesario fortalecer el estado de derecho y defensor de su respeto, y nos comprometemos con los miembros de la Asamblea de Estados Parte, con nuestros colegas y con usted Sr. Presidente a trabajar estrechamente, sobre la base del Estatuto de Roma, con el Fiscal, los Jueces y toda la estructura de la CPI para promover estos objetivos imperativos.

 

Gracias Sr. Presidente.