El ministro de Exteriores palestino, Riad al Malki, presentó ayer en la Corte Penal Internacional (CPI) las primeras pruebas sobre presuntos crímenes de guerra que Israel ha cometido y comete en Palestina, según ha confirmado a Sputnik Nóvosti, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Malki, acompañado de una delegación de alto nivel que incluía a expertos legales, ha presentado centenares de páginas de documentación sobre las violaciones al derecho internacional por parte de Israel, según ha explicado el embajador palestino en Holanda, Nabil Abu Zneid.
“Estamos presenciando el principio del levantamiento de la impunidad de la que Israel ha disfrutado desde 1948” , afirmó ayer en Ramallah el secretario general de la Iniciativa Nacional Palestina (INP), Mustafá Barguti, miembro del Alto Comité Nacional Palestino y que ha recopilado las acusaciones que ha presentado ayer Malki en La Haya.
La OLP continúa recogiendo testimonios e información que se harán llegar más adelante a la CPI, cuya fiscal general, Fatou Bensouda, decidió abrir un examen preliminar, que podría acabar convirtiéndose en una investigación formal, sobre posibles violaciones o crímenes de guerra cometidos en Palestina por parte de Israel.
Un equipo de cinco abogados expertos en derecho internacional han guiado la redacción del informe con la documentación.
Palestina confía en que la fiscalía de la CPI decida, a partir de la documentación que han presentado, abrir una investigación.
“Nuestras pruebas, que incluyen la destrucción de infraestructuras, ataques a civiles (en especial niños), uso desproporcionado de la fuerza militar, castigo colectivo, limpieza étnica, persecución, arrestos arbitrarios y tortura, pretenden demostrar que las violaciones israelíes han sido extensas y continuadas”, señaló Barguti.
Los palestinos consideran que Israel ha llevado a cabo una “política predeterminada, intencional, sistemática y generalizada”, según dijo Barguti.
Los líderes palestinos esperan que se podrá demostrar la responsabilidad de “las esferas más altas de las cúpulas militar, política, económica” de Israel en los presuntos crímenes de guerra cometidos contra los palestinos.