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El futuro de Jerusalén lo determinarán los palestinos en las calles

Por Javier Karmy Bolton

El proceso de paz cumplirá un año más y el único avance concreto es la disminución de libertades, recursos y poder de autonomía de los palestinos en su propia tierra.

“El futuro de Jerusalén lo determinarán los palestinos en las calles y no por alguien desde la Casa Blanca”, dijo el colaborador del diario Electronic Intifada, Budour Youssef Hassan, en medio de los denominados “días de furia” en contra de la decisión unilateral de Donald Trump de mover su embajada de Tel Aviv a la Ciudad Santa, que en la práctica significa reconocerla como capital de Israel. Esto es algo que en las resoluciones de la ONU, así como en diversas instancias multilaterales e incluso en el proceso de paz, era claro: Jerusalén, además de pertenecer a Palestina, tenía un estatus especial.

El proceso de paz cumplirá un año más y el único avance concreto es la disminución de libertades, recursos y poder de autonomía de los palestinos en su propia tierra. Se habló de la Hoja de Ruta, de la necesidad de lograr un gobierno de unidad; incluso se hicieron elecciones, se hicieron “gestos”, compromisos concretos, pero siempre esos esfuerzos se cargaron hacia los palestinos y los beneficios al Estado de Israel.

Y esta decisión de Trump solo viene a transparentar que el pueblo palestino vive bajo mandato israelí y que las pocas porciones de tierra autónoma de lo que fue la Palestina Histórica están absolutamente desconectadas entre sí, controladas por las fuerzas israelíes y en algunos casos por las palestinas que responden también a las israelíes.

Si se mira en detalle la situación, se podrá ver que los palestinos no tienen libertad de movimiento, no tienen control de sus recursos naturales, tampoco de sus recursos económicos, menos de su política interna (ni siquiera se reconocieron las elecciones que hicieron los palestinos). Gaza es la prisión a cielo abierto más grande del mundo y en ese lugar se visualiza con claridad lo que estamos diciendo: todo lo controla Israel, partiendo por el elemento vital como lo es el agua, las medicinas, a quienes segregan, cómo y un largo etcétera.

De poco y nada han servido los gestos palestinos para el proceso de paz, cuando del otro lado del muro tienen un sistema de colonización que avanza y no se detiene, tanto así que Trump, el “Presidente del mundo”, anunció el cambio de ciudad de la embajada y no hay fuerza aparente que lo contrapese. Sin embargo, es positivo que Trump haya transparentado al mundo su posición, pues se “rumoreaba” que Estados Unidos era juez y parte, pues enviaba año a año millones de dólares para apoyo militar a Israel, pero -según decían- en realidad no era muy claro el apoyo… aunque en la ONU vetaba prácticamente todas las resoluciones y condenas que se votaban en contra de Israel, incluso cuando había una rotunda mayoría.

Ahora, no hay más excusas. Lo que ha hecho Trump es transparentar al mundo que en realidad el gobierno estadounidense apoya explícitamente a Israel en el exterminio palestino, en la ocupación israelí, en la violación permanente de los derechos de los palestinos, en la conculcación del agua y los recursos naturales; y también -y quizás sea lo más importante que se podría interpretar- ahora la solución de los dos estados ha muerto, como hace tiempo vienen diciendo analistas de la Cuestión Palestina. Pero gracias Trump, porque ahora se aclara el sitio donde estamos, y por ende, también hacia dónde hay que dirigirse.

Sí, dicen que Trump apoya a la única democracia del medio oriente… Pero, por favor, no creamos más historietas infantiles. Ya en ningún área o sitio los representantes del Estado de Israel pueden estar tranquilos, porque adonde se presentan son funados. Tanto en el fútbol, como en el arte, lo académico o sus “falsas soluciones” ambientales. Por eso, la claridad del horizonte se ilumina con este amanecer y se llama Boicot a Israel, la única forma de enfrentarse a quien aniquila al pueblo palestino.

Gracias Trump, porque desde ahora en adelante las herramientas de la campaña palestina por el Boicot, la Desinversión y las Sanciones a Israel (BDS) están siendo multiplicadas. En cada escuela hay una charla, en cada universidad un documental, en cada sindicato se están imprimiendo volantes, en cada local comercial se está evitando traer productos susceptibles de crear manifestaciones… Y claro, las llaves del BDS se están multiplicando. Es que Palestina no está sola, porque los palestinos riegan el mundo.

Gracias Trump por transparentar lo que era complejo de explicar; ahora simplemente declaramos nuestra independencia de la Nueva Palestina con Jerusalén como su capital indisoluble y eterna. Ahora, con las llaves multiplicadas comienza el tiempo del retorno, comienza el tiempo de la apertura de nuestras embajadas, que serán espacios de libertad. No será fácil, y no lo ha sido, pero con una lucha firme, seria, sistemática y obstinada, botaremos todos los muros y abriremos nuestro país. Es que “el futuro de Jerusalén será determinado en las calles por los palestinos, y no por alguien desde la Casa Blanca”… Y sí, la invitación está abierta a quien quiera participar.

Fuente: Javier Karmy Bolton, El Ciudadano – Chile