Crónica de la unidad: Estrategia para una resistencia conjunta palestina

Saleh Al-Naami

Al-Ahram Weekly

Hassan Ouda, de 21 años, no pudo llamar a su madre desde su teléfono móvil debido al acalorado debate que sus colegas mantenían en el autobús que iba camino de la universidad en la mañana del sábado. Discutían las declaraciones de Ezzat Al-Reshq, miembro del politburó de Hamas, tras la reunión mantenida en El Cairo entre el jefe del grupo, Khaled Meshaal, y el presidente de la AP, Mahmoud Abbas. Era la primera vez que Hamas hacía público su apoyo a la “resistencia pacífica” contra la ocupación israelí. Los estudiantes se mostraban divididos acerca del comunicado de Al-Reshq, que marca un claro cambio en la posición del grupo, que había insistido anteriormente en la resistencia armada como único medio para liberar Palestina.

Era evidente que la mayoría de los estudiantes apoyaba el comunicado. En efecto, el acuerdo alcanzado entre Meshaal y Abbas, centrado en la resistencia pacífica o “resistencia popular”, es el acuerdo más importante a que han llegado Fatah y Hamas desde el enfrentamiento abierto entre ellos tras los Acuerdos de Oslo firmados en 1993. El hecho de difundir este acuerdo confirma lo que Al-Ahram Weekly informaba la pasada semana de que la reunión entre Meshaal y Abbas se iba a centrar esencialmente en alcanzar un consenso en una agenda política conjunta para la siguiente fase.

Por lo tanto, aunque en el encuentro con Meshaal no se llegó a anunciar la identidad del candidato que formará el próximo gobierno, el acuerdo en priorizar la resistencia pacífica para la fase venidera demuestra flexibilidad en la posición de Hamas. Al mismo tiempo, la admisión de Fatah de que negociar con Israel ya no es viable y que la siguiente fase requiere que se cumpla el acuerdo de reconciliación a fin de aumentar la capacidad de los palestinos para aislar a Israel en la esfera internacional, indica que los dirigentes de la Autoridad Palestina (AP) han comprendido finalmente la inutilidad de las negociaciones y acuerdos con el ocupante.

Iyad Al-Siraj, miembro del Comité para la Reconciliación y el Diálogo Nacional, refrendó la declaración de Hamas de apoyo a la resistencia pacífica diciendo que demuestra “madurez, perspicacia y un alto grado de responsabilidad y entendimiento político”. Al-Siraj añadió que Meshaal ha adoptado una postura moderada y responsable cercana a las posiciones del primer ministro turco Erdogan y del líder del Movimiento Al-Nahda de Túnez Rachid Al-Ghanoushi.

“Ponerse de acuerdo en la cuestión del gabinete se convirtió en un detalle de importancia menor si consideramos el cuadro más amplio que muestra que hay consenso entre Fatah y Hamas para una asociación estratégica y política de la resistencia que contribuya al aislamiento de Israel y a desenmascarar su inflexible rechazo a la paz”, afirmó.

Al-Siraj dijo que Abbas y Meshaal hablaron “de forma racional sobre la tregua, las fronteras de 1967 y la resistencia pacífica, lo cual enfureció a Israel porque un acuerdo palestino va a servir para sacar a la luz sus estratagemas y para socavar las afirmaciones de Netanyahu de que los palestinos no quieren la paz y que Israel es la víctima perpetua de la violencia palestina”. Añadió: “Todo esto requiere un liderazgo unido y va de la mano con un plan a largo plazo que reduzca la brecha existente en la sociedad palestina y se centre en construir un ser humano y un sistema que respete las libertades y la ley”.

Al-Siraj señaló que cualquier palestino que lance misiles hacia Israel en la próxima fase estaría ayudando a Israel a demonizar a los palestinos frente a la opinión pública mundial.

En cuanto a la formación del próximo gobierno, parece que el asunto se decidirá a lo largo de las reuniones que tendrán lugar en El Cairo, en la segunda quincena de diciembre, entre los representantes de las facciones palestinas. Salah Al-Bardawil, una importante personalidad de Hamas, dijo que no se tocó esa cuestión durante el encuentro de reconciliación entre Abbas y Meshaal del 24 de noviembre en El Cairo. Al-Bardawil añadió que hay acuerdo entre Fatah y Hamas para aplazar las discusiones sobre ese tema hasta que se celebre el encuentro entre todas las facciones.

“Va a suponer un logro inmenso si durante la próxima reunión alcanzamos un consenso en la composición del gobierno con la participación de todas las facciones”, dijo al Weekly. Al-Bardawil añadió: “Si no lo consiguiéramos, la cuestión se aplazará hasta después de la celebración de las elecciones legislativas y presidenciales. Los representantes de Fatah y Hamas están de acuerdo en la necesidad de incluir en el futuro gobierno a todas las facciones palestinas, por lo cual estas deberán manifestar ahora sus puntos de vista. Queremos la participación de todos para así poder colaborar hombro con hombro en todas las responsabilidades de la siguiente fase”.

Varias fuentes le dijeron al Weekly que hay un acuerdo secreto entre Fatah y Hamas para aplazar las discusiones sobre la formación del próximo gobierno hasta después de las elecciones legislativas que se celebrarán en mayo de 2012. Según esas informadas fuentes, Abbas le dijo a Meshaal que no podía despedir justo ahora a Fayyad ante el riesgo de que EEUU y la UE suspendan la ayuda a la AP. La fuente continuó diciendo que Abbas le explicó a Meshaal que, en cualquier caso, Fayyad se vería obligado a dimitir después de las próximas elecciones.

Pero Salam Fayyad, que es consciente de ese acuerdo entre Abbas y Meshaal, está intentando de nuevo utilizar el tema de la financiación para presionar a Abbas y evitar que le obligue a marcharse. Fayyad afirma que la AP no podrá pagar los salarios de sus funcionarios si Israel continúa reteniendo los ingresos fiscales que recoge en nombre de la AP. Israel dejó de transferir esos ingresos tras la decisión de la UNESCO de aceptar a Palestina como miembro de esta organización internacional. Al mismo tiempo, Netanyahu dijo que la reconciliación entre Fatah y Hamas va a implicar que se queden permanentemente con esos ingresos fiscales.

“No podremos pagar los salarios sin las transferencia de ingresos fiscales desde Israel”, dijo Fayyad a los informadores. “No solo afecta a los salarios, también a la capacidad de la AP de cumplir con el resto de sus obligaciones, incluso de pagar las deudas de la AP con el sector privado.”

Los dirigentes de Fatah consideran que esa opinión es fruto de las artimañas de Fayyad y no le creen. “Las amenazas de Israel y de EEUU no nos asustan y no nos harán abandonar nuestra posición y nuestros principios”, rebatió Faisal Abu Shahla, miembro del comité de supervisión parlamentaria e importante personalidad de Fatah. “La reconciliación es parte integral de los principios palestinos; no vamos a comerciar con esos principios y con nuestra asociación nacional con todas las facciones a cambio del dinero y el apoyo de EEUU”.

Abu Shahla añadió que el encuentro entre Abbas y Meshaal “les había dejado con muy buen sabor de boca, a diferencia de anteriores reuniones”. Confiaba en que se recuperaran las actividades de las bases de ambos grupos en Cisjordania y la Franja de Gaza, ya que es una necesidad extrema. Afirmó que no se iban a poner dificultades a las tareas de Fatah en Gaza ni a las de Hamas en Cisjordania. Abu Shahla continuó diciendo que la realidad exige que se ponga fin a las detenciones políticas y otras manifestaciones de división que han venido produciéndose desde los acontecimientos de julio de 2007.

Kayd Al-Ghoul, miembro del politburó del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), dijo que las facciones palestinas discutirán en El Cairo dos cuestiones relacionadas entre sí: la asociación nacional palestina entre todas las facciones y el consenso acerca de una estrategia nacional global para la fase siguiente. Al-Ghoul subrayó la importancia de que las facciones palestinas participen en las discusiones sobre el aparato que pondrá en marcha el acuerdo de reconciliación sobre el terreno, aunque la naturaleza de este aparato aún no está clara. Afirmó que la estrategia nacional debe ser el marco de referencia para cualquier acción diplomática en la esfera regional o mundial y para hacer frente a la ocupación.

Meshaal dijo que era optimista acerca de su encuentro con Abbas en El Cairo. Declaró al periódico Al-Rai, afiliado al gobierno de Gaza, que su grupo va a hacer cuanto pueda para poner en marcha el acuerdo sobre el terreno y que confiaba en que el entorno político lo propiciara. Añadió que tanto Fatah como Hamas eran sinceros y tenían buenas intenciones y que ese había sido el espíritu que había prevalecido durante el encuentro con Abbas.

Meshaal continuó diciendo que ambos grupos se plantean muy seriamente poner fin a las divisiones y lograr la reconciliación palestina. “La retórica palestina va unida y es complementaria”, dijo. “Hamas está pidiendo unidad y que se cierren filas”. Añadió que hay que conseguir la reconciliación dentro de la sociedad y entre los clanes para ir haciendo que cicatricen todas las heridas de la anterior etapa.

La flexibilidad exhibida tanto por Fatah como por Hamas ha demostrado que la crisis de alternativas a que se enfrentaron los dos grupos consiguió que los dirigentes de ambos bandos revisaran drásticamente sus agendas y posiciones políticas internas, lo que facilitó que aumentaran las posibilidades para poner fin a la división interna. La prueba más evidente de esta flexibilidad es el estrecho entendimiento entre los dos grupos respecto a una agenda conjunta política y estratégica.

Fuente: http://weekly.ahram.org.eg/2011/1074/re6.htm

Esta entrada fue publicada en Noticias. Guarda el enlace permanente.

Los comentarios están cerrados.