Misión de Palestina en la República Argentina

Fue denunciado por los propietarios de las viviendas y el gobernador de esa ciudad de Cisjordania ocupada.

Mohammed Al Zaid, de 66 años, cuyos hijos eran propietarios de las casas situadas en el pueblo de  Al Nuheima, declaró a la AFP que las demoliciones ocurrieron en la zona A, bajo control palestino, y que dejaron en la calle a unas 40 personas.

El gobernador de Jericó, Majid al Feytani, confirmó que las viviendas se encontraban en la zona A y condenó su demolición.

El COGAT, departamento del Ministerio de Defensa israelí que coadministra los asuntos civiles palestinos en Cisjordania, confirmó las destrucciones en un comunicado, precisando que las casas “fueron construidas sin permiso”, pero no comentó la información según la cual estaban situadas en la zona A.

Las demoliciones de hogares palestinos por parte de Israel, con la excusa de que fueron construidas sin autorización, afectan sobre todo a los palestinos que viven en la zona C, bajo control civil y militar israelí, que representa el 60% de Cisjordania.

Fuente: Terra España / 5 de junio de 2013

El régimen de Israel anunció su plan de confiscar alrededor de 100 hectáreas de tierras pertenecientes a los palestinos en la ciudad de Nablus ubicada en el norte de Cisjordania, con el fin de construir asentamientos ilegales.

Un responsable del consejo de las aldeas de Awarta y Rujaib, ubicadas en el sur de la ciudad de Nablus, confirmó que las fuerzas israelíes alegan que necesitan esas tierras para fines militares.

Desde hace 18 meses, Awarta, junto con otras aldeas, ha sido objeto de confiscaciones e incursiones realizadas por fuerzas israelíes. Además, los palestinos que residen en las aldeas son blanco de estos ataques. Así, el martes 4 de junio, las tropas israelíes detuvieron a cuatro palestinos en Cisjordania.

En febrero, soldados del régimen de Israel detuvieron a 25 palestinos, en una serie de redadas en Cisjordania.

Por otro lado, una organización no gubernamental para la vigilancia de asentamientos israelíes informó a finales de mayo que el régimen de Tel Aviv planea construir al menos mil asentamientos ilegales en Al-Quds (Jerusalén).

La ONG israelí declaró que se firmaron contratos para la construcción de unas 300 viviendas en el asentamiento nororiental de Ramot y 797 parcelas van a ser puestas a la venta en Gilo.

De igual manera, un nuevo informe reveló que el régimen de Tel Aviv confiscó 1977 hectáreas de Cisjordania para llevar a cabo actividades relacionadas con los asentamientos ilegales durante el año 2012.

Medio millón de israelíes viven en más de 120 asentamientos ilegales en los territorios ocupados palestinos que fueron construidos desde la ocupación de Palestina en 1967.

La expansión de los asentamientos israelíes en la Palestina ocupada se ha convertido en un gran obstáculo para los esfuerzos destinados a establecer la paz en Oriente Medio.

El 46 por ciento de los estudiantes judíos cree que los árabes no deben tener sus mismo derechos, y el 20 por ciento considera que el lema “Muerte a los árabes” es un eslogan legítimo y aceptable.

Recientemente, el comité de Educación del parlamento israelí ha publicado los resultados de una encuesta realizada entre los ciudadanos israelíes. Alrededor del 20 por ciento de los árabes no quiere tener amigos judíos, mientras que el 44 por ciento de los judíos no están dispuestos a tener amigos árabes.

Aunque el 36 por ciento de los árabes no desea visitar una casa judía, el 63 por ciento de los judíos no están por visitar una casa árabe. Un 10 por ciento de los judíos tiene miedo de los árabes, pero sólo un 2 por ciento de los árabes tiene miedo de los judíos. El 28 por ciento de los judíos odia a los árabes. El 46 por ciento de los estudiantes judíos, de edades comprendidas entre los 15 y los 18 años, cree que los árabes no deben tener sus mismos derechos, y el 20 por ciento  considera que el  lema “Muerte a los árabes” es un eslogan legítimo y aceptable.

Fuente: Javier Villate, Disenso.wordpress.com

El pasado miércoles 29 de mayo, unos 100 policías israelíes junto a los  operarios de dos excavadoras llegaron al barrio de Beit Hanina, en Jerusalén Oriental.  

Una pila de escombros y metal retorcido es todo lo que queda de lo que hasta hace unos días era la casa de Badwan al Salaymeh, un palestino que vivía junto con otros 12 miembros de su familia en un edificio que fue demolido por las autoridades israelíes.

El pasado miércoles, unos 100 policías israelíes junto a los operarios de dos excavadoras llegaron al barrio de Beit Hanina, en Jerusalén Oriental. Buscaban la casa de Badwan y una vez que la hallaron, los agentes enviaron rápidamente demoler el edificio. Todo frente a la atónita mirada de los vecinos.

“Todo el mundo lloraba, y algunos [agentes de la Policía] se reían de nosotros”, dijo Osama, el yerno de Badwan que llegó al lugar cuando no había mucho que hacer, ya que la casa había sido parcialmente demolida, según el portal Electronicintifada.

Badwan construyó su vivienda en 2000. Un año más tarde, la municipalidad de Jerusalén le envió una notificación asegurando que la casa carecía de los permisos de construcción necesarios. La edificación era considerada ilegal.

“CUANDO EL TRIBUNAL ES TU ENEMIGO, NO HAY NADA QUE HACER”

Después de varios intentos fallidos para obtener los permisos necesarios, Badwan se vio obligado a pagar una serie de multas que en total sumaban más de 200.000 shekels (unos 54.000 dólares). “Cuando el tribunal es tu enemigo, no hay nada que hacer”, afirmó.

Según el movimiento Jerusalemites Campaign, que lucha por la protección de residencias de palestinos en Jerusalén, la demolición del miércoles 29 de mayo fue la novena que se realiza en la ciudad en las últimas dos semanas. Además, se han entregado órdenes para echar abajo al menos otras 450 viviendas.

El grupo también indicó que “el Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, estuvo en la zona la semana pasada, sin embargo, durante su visita no se hicieron comentarios respecto de las demoliciones en Jerusalén”.

Pese a la tragedia, Badwan insistió en que reconstruirá su casa de nuevo y en el mismo sitio.

La barbarie sionista no deja de sorprender. Su brutalidad y crueldad siempre van un paso más allá de lo imaginable.

La agencia de noticias Maan informó que soldados israelíes hicieron una de sus habituales incursiones en ciudades y pueblos palestinos, en esta ocasión en Kafer Kadum ubicada en la zona de Kalkilia. Era la 1.30 de la madrugada del viernes 31 de mayo. Lanzaron botes de humo y granadas de aturdimiento.

Cuando se fueron, los habitantes descubrieron que habían pegado en las paredes del pueblo carteles con las fotos de cuatro niños de edades comprendidas entre los 10 y los 14 años. Incluían una advertencia: “Somos el ejército. Te atraparemos si te vemos o iremos a tu casa”.

Las aguas servidas del asentamiento ilegal de Elqana se filtraron directamente en Al-Yarkoun, la reserva de agua más grande de Cisjordania.

El informe del Ministerio indica que casi un tercio de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales en los asentamientos ilegales en Cisjordania no están actualizadas o no  funcionan. La mayor parte de instalaciones fueron diseñadas para tratar  el 28 por ciento de la cantidad de aguas residuales ahora producidas. Existe una verdadera amenaza de contaminación de los recursos hídricos y del medio ambiente en general en toda Cisjordania como resultado directo de las aguas residuales intratadas que vienen de los asentamientos.

Haaretz dijo que el informe cubre más de 150 compuestos de asentamientos donde viven alrededor de 350 mil colonos israelíes. La gran mayoría de las aguas residuales son domésticas, no industriales. Por ejemplo, alrededor de mil colonos judíos ocupan el asentamiento de Yitzhar en tierras palestinas en Nablus. Sus aguas no pasan por ningún proceso de tratamiento antes de ser filtrada a través de cinco lugares en la ciudad palestina, la que cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales.

La situación más preocupante, dice el informe, está en el asentamiento de Elqana, donde hay 4 mil colonos. Las aguas residuales se filtraron directamente en el depósito de agua más grande de Cisjordania en Al-Yarkoun.

La mayoría de los israelíes, alega Haaretz, ignora estos hechos y siempre culpa injustamente a los palestinos por poner en peligro el medio ambiente y los recursos hídricos.

Fuente: Middle East Monitor