La organización Liga Antidifamación (ADL, en sus siglas en inglés) ha denunciado que el destacado rabino israelí Ovadia Yosef fomentó el “odio” al decir que los no judíos sólo existen para servir a los judíos y compararlos con los burros.
En un comunicado recogido hoy por los medios israelíes, la Liga asegura que las palabras de Yosef, líder espiritual del partido ultraortodoxo sefardí Shas, “contribuyen a crear una atmósfera de odio y una tendencia global de intolerancia”, y recuerda que “tienen eco mucho más allá de los muros de su congregación”.
“En un mundo donde son frecuentes la intolerancia y los prejuicios, tiene especial importancia que los líderes religiosos usen su influencia para enseñar respeto y aceptación”, en vez de “usar sus podios para predicar ideas tan llenas de odio y divisoras”, se afirma en el texto.
En su discurso semanal del sábado por la noche, que se transmite vía satélite a las comunidades judías en todo el mundo, Yosef dijo que “los gentiles nacieron sólo para servirnos. Si no, no tendrían lugar en el mundo, sólo servir al pueblo de Israel”.
“¿Para qué sirven los gentiles? Trabajarán, ararán las tierras y recogerán los frutos. Nosotros nos sentaremos como un efendi (título honorífico entre los turcos equivalente a ‘señor’) y comeremos”, prosiguió el lider religioso integrista.
“Dios dará longevidad a los gentiles. ¿Por qué? Imaginad que se muere el burro de alguien, perdería su dinero”, añadió el rabino, que tiene influencia en el Ejecutivo a través del partido sefardí Shas, miembro de la coalición gubernamental de derechas que lidera Benjamín Netanyahu.
Nacido en Bagdad en 1920, Yosef fue rabino jefe de Israel, fundó el partido Shas y sus palabras son dogma para cientos de miles de judíos ortodoxos de origen sefardí.
Considerado uno de los rabinos más experimentados y profundos en la interpretación de los textos sagrados judíos, Yosef es también conocido por sus polémicos y ofensivos comentarios hacia árabes, judíos seculares, mujeres y homosexuales.
El pasado agosto, en su sermón de celebración del año nuevo judío señaló que “Abu Mazen (el presidente palestino, Mahmud Abás) y todos estos malvados desaparecerán de la faz de la tierra. Que Dios los castigue con la peste, a ellos y a todos estos palestinos”.
En 2009, al referirse a un grupo de mujeres reformistas, lamentó que haya “mujeres estúpidas que van al Muro de las Lamentaciones, se ponen el manto sagrado y rezan. Son unas desviadas que… deben ser condenadas”.
Un año antes tildó a los profesores seculares en Israel de “burros” que enseñan “toda una serie de sinsentidos sobre las naciones del mundo”.
En 2007 despertó la ira de gran parte de la sociedad israelí al decir que el enfrentamiento que mantuvo un año antes el Ejército del país con el grupo libanés Hizbulá habían muerto únicamente los soldados judíos que “no cumplieron con los preceptos religiosos”.
En 2005 el ex gran rabino sostuvo que el huracán Katrina, que devastó el sur de EEUU, fue un castigo divino al entonces presidente de EEUU, George W. Bush, por haber apoyado el plan unilateral de evacuación israelí de la franja de Gaza.
En 2001 declaró en otro sermón que Dios “debería aniquilar a los árabes” porque son “demonios”.