Jerusalén, 15 de octubre (Télam)
Israel autorizó hoy la construcción de otras 238 viviendas en asentamientos en Jerusalén Este, pese a las críticas internacionales por el peligro que significa para el futuro de las negociaciones de paz con los palestinos.
Las conversaciones de paz están técnicamente suspendidas desde que Israel ofreció como salida que los palestinos la reconozcan como Estado judío.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, no formuló declaraciones sobre la autorización de nuevas construcciones, pero en una entrevista concedida hoy a la edición digital del diario israelí Haaretz, reafirmó que no tiene ninguna intención de reconocer formalmente a Israel como “Estado Judío”.
“Nosotros ya reconocimos la existencia de Israel en 1993, sin especificaciones sobre su naturaleza, ahora le corresponde a ellos reconocer el nacimiento de un Estado palestino en las fronteras previas al conflicto de 1967″, agregó Abbas, aal referirse a la Guerra de los Seis Días.
De esta manera, Abbas rechazó un hipotético “trueque” sugerido recientemente por el premier israelí, Benyamin Netanyahu, quien ofrecía a cambio una prórroga de la moratoria de construcciones en los Territorios.
Quien sí fijó una terminante posición fue el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erekat. “Parece que Netanyahu hizo su elección: mejor los asentamientos de colonos que la paz”, afirmó.
“Israel continúa adoptando todas las previsiones posibles para impedir la constitución de un Estado palestino independiente”, agregó Erekat, según informa la agencia de noticias ANSA.
Por su parte, el gobierno estadounidense habló de las construcciones a través del portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley. “Estamos decepcionados, la medida es contraria a nuestros esfuerzos para reanudar las conversaciones directas” entre palestinos e israelíes, informó la agencia de noticias DPA.
Los palestinos exigen un cese completo de las construcciones en Jerusalén Este y Cisjordania, luego de que venciera una tregua de fijada para no comenzar nuevos emprendimientos.
Desde entonces, Estados Unidos y la Unión Europea intentaron infructuosamente convencer a Israel para que aprobara un nuevo cese.
Al dar a conocer la información sobre las construcciones, la radio del Ejército israelí citó a funcionarios que aseguraron que la Casa Blanca protestó al recibir la noticia, pero no adoptó ninguna acción drástica para evitarlo.
Crowley confirmó que Washington había sido informado de su decisión antes de hacerla pública y explicó que su respuesta al gobierno de Netanyahu fue exactamente la misma a lo afirmado hoy, en el sentido de que es “contrario” a los esfuerzos de paz.
Por otro lado, refutó aseveraciones israelíes sobre un acuerdo tácito con Estados Unidos sobre el tema de los asentamientos, al sostener que el Estado judío “es bien consciente” de las “inquietudes” de Washington en torno a este asunto.
La decisión del gobierno israelí supone básicamente la reanudación de las construcciones en la sección anexada de la disputada ciudad por primera vez en diez meses.
Los departamentos están previstos en Pisgat Zeev y Ramot, dos barrios tras la “Línea Verde” que divide Israel de Cisjordania.
Israel quiere mantener esos dos barrios en Jerusalén Oriental en un futuro acuerdo de paz, si llega a haberlo, con los palestinos.