Página 12
Una nueva flota con ayuda para Gaza partió ayer desde Chipre. El barco está tripulado por activistas judíos que pretenden dejar en evidencia que no todos los hebreos apoyan el embargo contra la Franja de Gaza. Temen ser interceptados antes de llegar a tierra palestina. Hace cuatro meses, militares israelíes atacaron una flotilla en aguas internacionales y mataron a nueve de sus pasajeros.
El velero Irene, que significa “paz” en griego, zarpó ayer desde el puerto Famagusta, en la zona turca de Chipre. Lleva dos banderas, una británica y otra turca. Pero también hace flamear banderas multicolores con los nombres de los judíos que apoyan este viaje. Según sus organizadores, el barco va cargado con ayuda humanitaria “simbólica” y constituye un acto de protesta. Llevan juguetes para los niños, instrumentos musicales, libros de texto, redes de pesca y prótesis para los hospitales de Gaza.
La intención de quienes viajan a bordo del buque es llamar la atención sobre la situación en la que vive más de un millón y medio de palestinos, después de que Israel dispusiera hace ya más de tres años un bloqueo a la Franja de Gaza. La tripulación está compuesta por activistas judíos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Israel. También se sumó a los militantes un periodista del Canal 10 de la televisión israelí y el sobreviviente del Holocausto Reuven Moskovitz, de 82 años.
“Si los judíos queremos sobrevivir, no puede ser mediante la violencia. Yo amo a mi país pero no podemos hacer a nuestro enemigo lo que no queremos que nos hagan a nosotros”, dijo el hombre que logró sobrevivir a los campos de concentración nazi. “El Estado de Israel es un sueño magnífico hecho realidad, hay que hacer de tal manera que no se convierta en pesadilla. Soy sionista, creo tener mi lugar en esta tierra, pero no es una razón para robarles la tierra a los palestinos y violar los derechos de 1,5 millones de personas”, sentenció Moskovitz. “Lo que sucede en Gaza me recuerda a la vida en el gueto. Hemos convertido en enemigos y encerrado a toda la población de la Franja, no sólo a la gente de la organización Hamas”, le dijo el pacifista hebreo al diario El País de España. Según Moskovitz, la idea del buque Irene es llegar a Gaza y si los interceptan, resistir sin apelar a la violencia.
La institución organizadora, Judíos por la Justicia para los Palestinos, estima que el viaje puede durar unos dos días, aunque teme que el ejército israelí los intercepte antes de tocar tierra palestina. En mayo pasado, comandos israelíes atacaron al crucero Mavi Marmara en aguas internacionales y mataron a nueve activistas propalestinos. Ese ataque le costó al gobierno de Benjamín Netanyahu una catarata de críticas. “Esta es una acción no violenta. Queremos llegar a Gaza y nuestros activistas no se involucrarán en ninguna confrontación física”, dejó en claro Richard Kuper, uno de los organizadores.