Agencia AFP.
La economía palestina seguirá dependiendo de la ayuda extranjera y será incapaz de sostener a un Estado, pese a un fuerte crecimiento, mientras que no se levanten las numerosas restricciones israelíes, afirmó el jueves el Banco Mundial en un informe.
La tasa de crecimiento combinada de Cisjordania y de la franja de Gaza debería alcanzar el 8% en 2010, esencialmente gracias a la ayuda financiera extranjera, según este informe publicado en preparación de una reunión del Comité de Enlace Ad Hoc (AHLC) que coordina la ayuda de los países donantes a Palestina (AHLC), el 21 de septiembre en Nueva York.
“Al menos que se tomen medidas en un futuro cercano para superar las trabas restantes al desarrollo del sector privado y a un crecimiento sostenible, la Autoridad Palestina seguirá dependiendo de los donantes y de sus instituciones, que sea cual sea su robustez, no podrán sostener un Estado viable”, según el texto.
“Los obstáculos a la inversión privada en Cisjordania son múltiples”, subraya el Banco Mundial, que enumera las numerosas restricciones impuestas por Israel.
Cita un “acceso severamente limitado a la mayor parte de la tierra y del agua del territorio”, la inaccesibilidad al “lucrativo mercado de Jerusalén-Este”, la “imprevisibilidad de la capacidad de los inversores a entrar en Cisjordania y en Israel”, así como la clasificación por parte de Israel de las materias primas como susceptibles de tener un uso militar, lo cual complica la importación.
En lo que se refiere a la franja de Gaza, “es demasiado pronto para evaluar si el reciente aflojamiento parcial del bloqueo a Gaza ha reanimado a la moribunda economía”, pero “el impacto en el sector privado será limitado mientras que la prohibición de exportaciones siga”, según el informe.
Por otra parte, pese a una mayor entrada de recetas fiscales, en el primer semestre superior en un 15% a las previsiones y al alza del 50% respecto al mismo periodo en 2009, la Autoridad Palestina se encamina hacia un déficit presupuestario debido a que tendrá que privarse de entre 300 a 400 millones de dólares de aquí a finales de años, indica el Banco Mundial.