Los palestinos han perdido el 92 por ciento de sus tierras desde la ocupación británica de 1917. Así lo ha dicho el Centro de Investigación de la Tierra en su informe anual sobre las violaciones de los derechos de los palestinos, en materia de tierras y vivienda, cometidas por Israel en 2012.
Yamal Al-Emla, director del centro, dijo en una conferencia realizada en Ramala que 2012 había sido “el año de los asentamientos”, refiriéndose al enorme aumento de la construcción de viviendas para israelíes en Cisjordania, a expensas de las viviendas y las tierras de los palestinos.
Utilizando fotografías, cartografía y mapas, Al-Emla mostró cómo el territorio poblado por palestinos en la Palestina histórica ha ido disminuyendo desde la ocupación británica en 1917 hasta el presente, hasta limitarse al 8 por ciento del territorio palestino original.
Las causas de esta extraordinaria disminución han sido, según Al-Emla, la limpieza étnica llevada a cabo por los sionistas en 1948 y 1967, la expulsión de palestinos y la confiscación de sus tierras, seguido por la colonización de israelíes.
“La ocupación destruyó 189 casas en 2012″, señaló. “Alrededor de 1.215 residentes palestinos que vivían en esas casas se convirtieron en sin techo”. La ocupación israelí destruyó también 415 propiedades comerciales y agrícolas, incluyendo pozos de agua. Además, las autoridades israelíes han amenazado con demoler otras 772 casas, mientras que otras 590 edificaciones en construcción —entre ellas, casas— han sido paralizadas.
Unos 27.710 donums (unos 28 millones de metros cuadrados) de tierras palestinas fueron confiscados por Israel en 2012, mientras que unos 64.000 árboles frutales fueron destruidos, la gran mayoría olivos (53.122). Fueron arrancados, quemados o anegados con aguas residuales.
Según el informe, a fines de 2012 había 240 puestos de control de las fuerzas de ocupación en Cisjordania, pero no están incluidos los que hay en la ciudad vieja de Hebrón y en Israel mismo. Cuarenta y seis de estos puestos de control fueron establecidos en 2012. Asimismo, en ese año se construyeron 14 carreteras sólo para colonos -al más puro estilo apartheid- que comunican los asentamientos judíos entre sí y con Israel.
Las agresiones de los colonos judíos también aumentaron sensiblemente en 2012. De los 110 ataques registrados en ese año contra sitios religiosos, 86 fueron contra mezquitas y 24 contra iglesias.
Los hechos desmienten la propaganda de que los judíos corren el peligro de ser “arrojados al mar”. Quienes están en peligro de sufrir un auténtico genocidio son los palestinos, cada vez más arrinconados en guetos o en campamentos de refugiados repartidos por el mundo árabe.
Fuente: Javier Villate, Disenso.wordpress.com / 24 de junio de 2013