La prensa israelí, regional e internacional, informa tendenciosamente sobre el proceso judicial en la Corte Suprema de Israel para la “evacuación de Migron, el mayor asentamiento israelí ilegal que hay en Cisjordania”, haciendo ver que ese país sólo admite asentamientos o colonias “legales” en Palestina. Sin embargo la legalidad internacional considera como ilegales, todos los asentamientos israelíes situados en Cisjordania y Jerusalén.
Comité Democrático Palestino – Chile
La manipulación mediática del conflicto palestino-israelí, que avala la ocupación, es tan peligrosa que las armas letales utilizadas en las guerras.
En los últimos días, la prensa israelí, regional e internacional hablaba del proceso judicial para la “evacuación de Migron, el mayor asentamiento judío ilegal que hay en Cisjordania”, por decisión de la Corte Suprema israelí.
Al leer esta noticia queda la sensación que el tema de la colonización de Palestina y la construcción de asentamientos es algo legal, regulado y aceptado por el estado de derecho y los tribunales de justicia y cualquier asentamiento o colonia “ilegal” será rechazado por los entes del Estado y el ejecutivo, “haciendo respetar y cumplir cabalmente la legalidad vigente de un estado “democrático”.
Todo esto resulta no más que un engañoso circo mediático del Estado de Israel: el poder militar, ejecutivo, legislativo y tribunales de justicia, están al servicio de la estrategia israelí de expandirse al máximo e implantar la máxima cantidad de colonos (traídos de todos los rincones de la tierra), en territorio Palestino. Es la política de los hechos consumados, que hace inviable toda posibilidad de un Estado palestino independiente y con continuidad territorial.
También es importante mencionar que la colonización y la apropiación de las tierras palestinas resulta un excelente “negocio”: las cotizadas tierras y las escasas fuentes hídricas son obtenidos prácticamente a costo cero. Más información en El Negocio de la Colonización.
Los Convenios de Ginebra y la ONU consideran ilegales todos los asentamientos israelíes situados en Cisjordania y Jerusalén, mientras que Israel, confunde a la opinión pública, distinguiendo entre los que cuentan con la “aprobación” de las autoridades, que son la mayoría de los asentamientos (unos 120) y los que los colonos judíos han establecido sin permiso.
La comunidad internacional, a través de todos y cada uno de sus organismos legales y humanitarios, ha exigido a Israel que ponga fin inmediatamente a la construcción y expansión de asentamientos israelíes en los Territorios Ocupados el año 1967 y que tome medidas para proceder a la evacuación de todos los colonos israelíes que viven en los asentamientos de Cisjordania, incluida la ciudad de Jerusalén.
El establecimiento de asentamientos atenta contra los derechos Palestinos y constituye una violación grave a la legalidad internacional. La presencia de los asentamientos ha ocasionado violaciones masivas de los derechos humanos de la población local. El artículo 49 del IV Convenio de Ginebra establece categóricamente que: “la Potencia ocupante no podrá efectuar la evacuación o el traslado de una parte de la propia población civil al territorio por ella ocupado”.
Por otro lado, el artículo 55 del Reglamento del La Haya prohíbe al Estado ocupante cambiar el carácter y naturaleza de las propiedades estatales, salvo por necesidades de seguridad y en beneficio de la población local. La construcción por parte de Israel de asentamientos, carreteras e infraestructura de uso exclusivo y segregado para los israelíes en Cisjordania, viola de manera flagrante estas normas internacionales.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, vigente desde el 1 de julio de 2002, considera, entre los crímenes de guerra respecto de los que la Corte tiene competencia: “el traslado, directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa” (artículo 8.2.b.viii) “cuando se cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes” (artículo 8.1).
La mención de acuerdos, normas y convenios resulta inútil mientras que la comunidad internacional no tome medidas reales y efectivas para hacer cumplir la legalidad. No es posible seguir exigiendo, condenado, deplorando o ‘solicitando’ a Israel que cumpla con la legalidad internacional, teniendo en consideración que desde su creación en 1948, ha burlado todas y cada una de las resoluciones de la ONU, del Consejo de Seguridad, de la Corte Internacional de Justicia de La Haya y otros organismos internacionales. Israel ha privilegiado potenciar su poder militar y su alianza con Estados Unidos como herramientas para hacer frente a las condenas internacionales.
Es tiempo de poner fin a la hipocresía internacional y el doble estándar que el mundo ha mantenido frente a este grave conflicto humanitario de consecuencias regionales e internacionales. Para permitir que el pueblo palestino viva en paz es urgente hacer cumplir todas y cada una de las resoluciones y convenios que la propia comunidad internacional ha resuelto y que hoy esta misma comunidad aplica únicamente a países “débiles” haciendo vista gorda con las políticas de Israel.
Es patético escuchar a líderes mundiales hablando de la “Paz”, mientras sus tropas y servicios secretos violan y destruyen la paz de los demás y sus más elementales derechos humanos. Si el mundo realmente anhela la paz, ésta debe ser para todos los pueblos y no sólo para algunos “privilegiados”.
Para el caso de Palestina, es urgente hacer cumplir todas y cada una de las resoluciones y convenios que la propia comunidad internacional ha resuelto y que hoy esta misma comunidad, aplica únicamente a países “débiles” haciendo vista gorda cuando se trata de exigirla a potencias militares y económicas y en especial cuando se trata de Israel.
Comité Democrático Palestino – Chile