Middle East Monitor
Según afirma un informe de la ONU, el Muro israelí en la ocupada Cisjordania ha reducido el acceso de miles de palestinos que viven en comunidades situadas detrás del Muro a sus lugares de trabajo y a servicios esenciales.
Aproximadamente 7.500 palestinos residen en zonas que están entre la Línea del Armisticio de 1949 (la Línea Verde) y el Muro de Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental. Las políticas israelíes significan que necesitan permisos especiales para seguir viviendo en sus propias casas. Otros 23.000 palestinos se quedarán aislados si tal como está planificado se termina de construir el Muro.
Según un informe publicado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en los Territorios Ocupados (OCHA, por sus siglas en inglés), los palestinos con documentos de identidad cisjordanos y que tiene permisos especiales sólo pueden entrar en Jerusalén Oriental a través de catorce checkpoints situados alrededor de la ciudad.
“El acceso a las tierras agrícolas a través del Muro se canaliza a través de ochenta puertas”, señala el informe. “La mayoría de estas puertas sólo se abren durante las seis semanas de la recolección de las aceitunas y generalmente sólo durante un período limitado de tiempo a lo largo del día”.
Según este organismo de la ONU, “hay unas 150 comunidades palestinas que tienen parte de sus terrenos agrícolas aislados por el Muro y tienen que obtener permisos de ‘visitante’ o efectuar una ‘coordinación previa’ para acceder a esta zona”.
El informe señala que durante la cosecha de 2012 se rechazaron aproximadamente el 42% de las peticiones de permiso de acceso a las zonas situadas detrás del Muro alegándose “razones de seguridad” o “falta de relación con la tierra”.
Este Muro, que se conoce casi universalmente como “Muro del Apartheid”, está formado por “hormigón, vallas, zanjas, alambre de espino, caminos de arena y un sistema de control electrónico, carreteras para las patrullas militares y una zona de seguridad”.
La longitud total del Muro es de unos 708 km, más del doble de la longitud de la Línea de Armisticio de 1949 que separa Israel de la ocupada Cisjordania. El Muro ha transformado la geografía, la economía y la vida social tanto de los palestinos que viven en Jerusalén Oriental como de los que viven en la más amplia zona metropolitana. Se ha separado entre sí a barrios, zonas residenciales y a familias, que han quedado encerrados dentro del Muro separados del centro urbano, y en el interior de Jerusalén se ha separado a las comunidades rurales de sus terrenos agrícolas.
El informe señala que “se ha terminado aproximadamente el 62,1% del Muro, otro 8% está en construcción y un 29,9 está planificado pero no se ha construido todavía”. Cuando se termine, aproximadamente el 85% del Muro transcurrirá dentro de Cisjordania en vez de a lo largo de la Línea Verde, con lo que aislará el 9,4% de Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental.”
El Muro se adentra tan profundamente en el territorio palestino ocupado que “setenta y una de las ciento cincuenta colonias de Cisjordania y más del 85% de la población total de colonos están situados en el lado israelí del recorrido del Muro”.
El Registro de Daños de la ONU (UNRoD, por sus siglas en inglés) ha recopilado hasta la fecha más de 26.000 demandas por daños materiales causados por la construcción del Muro en la parte norte de Cisjordania.
En 2004 la Corte Internacional de Justicia (CIJ) declaró que las secciones del Muro que transcurren dentro de la ocupada Cisjordania, incluyendo Jerusalén Oriental, junto con el régimen de accesos y permisos asociado a él, viola las obligaciones de Israel según el derecho internacional. La CIJ exigió a Israel que cesara la construcción del Muro dentro de Cisjordania, desmantelara las secciones ya completadas y revocara todas las medidas legislativas asociadas al Muro*.
*A lo que Israel ha hecho caso omiso (N. de la t.)