La Fiscalía Militar israelí informó que ha cerrado el caso de la muerte de 21 civiles palestinos de una misma familia en un bombardeo durante la ofensiva Plomo Fundido en Gaza, hace tres años.
Fuente: Agencia EFE
El caso fue abierto a petición de la organización israelí de derechos humanos en los territorios palestinos Betselem, que también recibió la notificación sobre el cierre del expediente.
La carta de la Fiscalía, informa la edición electrónica del diario Yediot Aharonot, asegura que el ataque sobre esos civiles “no se hizo con conocimiento de causa, ni de forma apresurada o por negligencia”.
Por ello, la fiscalía considera que no puede atribuir “responsabilidad criminal” a los autores del ataque.
Los hechos ocurrieron la mañana del 5 de enero de 2009, en medio de una ofensiva israelí contra las milicias de la Franja de Gaza que acabó en la muerte de 1.400 palestinos y 13 israelíes.
Según la investigación, el 4 de enero soldados de la Brigada Guivati concentraron a toda la familia Samouni en un edificio, y por razones que no han sido esclarecidas, un alto oficial de infantería con rango de coronel ordenó, a la mañana siguiente bombardearlo desde el aire.
Betselem ha condenado la decisión del fiscal militar y ha exigido una investigación independiente de los hechos.
“No es posible que en un sistema bien jerarquizado (como el Ejército) nadie sea responsable de una operación militar que deja 21 personas muertas que no participaban en los combates y que esperaban en un edificio las instrucciones de los soldados”, Yael Stein, abogada de Betselem.