Haaretz
Los policías de fronteras que acusaron a los adolescentes del lanzamiento de una bomba incendiaria al parecer recibieron “ayuda” de los investigadores.
Dos adolescentes palestinos que pasaron tres meses en la cárcel bajo sospecha de haber arrojado una bomba incendiaria fueron puestos en libertad esta semana debido a que los policías de fronteras que los habían incriminado presentaron informes falsos.
Presuntamente la bomba se lanzó a un puesto de control de Jerusalén el 21 de octubre. Pero según el registro de la policía de fronteras no hubo bombas incendiarias en ese fecha, y un oficial que declaró que había presenciado el incidente tampoco estaba ese día en el puesto de control.
Los policías de fronteras que testimoniaron al parecer recibieron “ayuda” de los investigadores, con la entrega de la confesión de los adolescentes como base de su informe. Sin embargo los cargos contra los adolescentes todavía no se han retirado.
M.S. de 16 años y M.R. de 17, ambos del campo de refugiados Shoafat de Jerusalén Este, fueron detenidos el 22 de noviembre por unos policías que llegaron a su casa a las 5 de la madrugada. Tras varias horas de interrogatorio los dos adolescentes admitieron que habían lanzado una bomba incendiaria sobre la dotación de policías fronterizos del puesto de control Shoafat el viernes 21 de octubre.
Tres días después del arresto fueron acusados y encerrados en la prisión de Megido hasta el final de su juicio. La evidencia contra ellos parecía sólida. Tenían la confesión de los acusados y el testimonio de los policías de fronteras que se encontraban en el puesto de control.
Ihab Ar’aida, un oficial de la policía de fronteras, completó un informe en enero, dos meses y medio después del incidente: “Yo estaba como oficial de comando en el segundo turno el 21 de octubre de 2011”, escribió. “A eso de las 21:30 oí una explosión”.
El policía de fronteras Henry Tzatzashvilli declaró un mes después de las detenciones que estuvo en el puesto de control en esa fecha, que vio la explosión de una bomba incendiaria y que incluso fue alcanzado por el material inflamable del interior del explosivo.
Surgieron preguntas, incluso durante las audiencias de prisión preventiva. Los abogados de los adolescentes -Radi Othman por M.S. y Yihye Mustafa de la Oficina del Defensor Público por M.R.- señalaron que la bomba incendiaria no aparece en ningún memorándum, en ninguna actividad ni en el registro de operaciones de ese día. En una búsqueda en las grabaciones del 21 de octubre en la red de comunicaciones de la policía de fronteras tampoco se encontró nada que indique que ese día ocurrió un ataque con bombas incendiarias.
Sin embargo, tanto el Tribunal de Distrito de Jerusalén como el Tribunal Supremo rechazaron la apelación de los adolescentes, por lo que estos permanecieron en la cárcel.
Estaba previsto que el juicio de los adolescentes comenzara este domingo, y en su preparación los abogados solicitaron ver el registro de la policía de fronteras del puesto de control del día 21 de octubre. Dicho registro demuestra que Ar’aida no estaba allí en la fecha y hora en que presuntamente se lanzó la bomba incendiaria. Este descubrimiento convenció a la fiscalía de que había un problema con el caso y se comprometió a liberar a los adolescentes sin restricciones y posponer el juicio tres semanas.
En una carta a Mustafá, Dotan Daniali, un asistente del fiscal del distrito de Jerusalén, afirmó que había sido una confusión y que el incidente descrito por los policías de fronteras ocurrió en realidad el 26 de octubre y no el 21. En la carta Daniali admitió que los policías fijaron la fecha de acuerdo con los investigadores para que sus datos coincidieran con la confesión de los adolescentes.
Othman dijo que tiene pocas dudas de que los adolescentes confesaron bajo presión y de que los investigadores “adoptaron” el 21 de octubre como fecha porque el viernes es un día de descanso en las escuelas palestinas. Othman también señaló que había contradicciones entre las dos confesiones. “Los policías simplemente escribieron los informes basados en lo que les dijeron que debían escribir”, dijo. “Diariamente se condena a personas con base en los informes de los policías. El problema es que aunque esta vez lo detectamos hay muchas veces en las que no lo sabemos y la gente va a la cárcel debido a esos informes policiales”.
Añadió que espera que la fiscalía, “por iniciativa propia”, remita el caso al departamento del Ministerio de Justicia para investigar los abusos de la policía.
La policía israelí contó al periódico Haaretz que la fiscalía le debe una respuesta. El Ministerio de Justicia, en nombre de la Oficina del Fiscal de Distrito de Jerusalén, dijo que la fiscalía está “llevando a cabo una investigación del asunto y sólo se tomará una decisión respecto al caso cuando dicha investigación se haya completado”.