Fuente: Kaosenlared
Menores de 16 años son detenidos y confinados en celdas de 6 metros cuadrados, sin ventanas y los niños pasan allí horas sin comer ni beber agua. La ONU ha denunciado en varios informes que niños palestinos son detenidos y torturados
Unas pequeñas celdas que carecen de todo tipo de higiene, mal olientes y ventanas apenas iluminadas por luz fluorescente que desgasta la vista y ocupadas por camas de cemento o, en el mejor de los casos, por un colchón podrido en el suelo. Estoy hablando de una celda que se encuentra en Al Jalame, en el norte de Israel, donde niños y adolescentes palestinos son confinados durante días, hasta que confiesan haber lanzado piedras. Así afirma un informe de la Organización Defensa Internacional de Niños (DCI) basado en los testimonios de algunos menores acusados de tirar guijarros a las fuerzas israelíes, y que han sido victimas de abusos y torturas en centros de internamiento.
Las condiciones, que ni al peor de mis enemigos le desearía, han sido también recogidas por otros colectivos pro derechos humanos como B,Tselem de Israel. La ONU ha denunciado en varios informes que niños detenidos por tirar piedras en territorios ocupados son confinados en centros y torturados con descargas eléctricas hasta que se declaran culpables. Es increíble que pese a todos estos informes no exista ninguna causa judicial abierta al menos para investigar el caso.
“Se han incrementado las denuncias sobre el maltrato a estos niños durante el arresto y el período de reclusión, una situación de la que es responsable el ejército israelí”.
Incluso el diario británico The Guardian hizo eco de las condiciones a las que someten a los niños palestinos por parte de Israel. Periodistas del rotativo británico se entrevistaron con menores recluidos, como Mohammad Shabrawi de 16 años de edad que permaneció 65 días en una celda, 24 horas con las luces artificiales. “Algunos de esos niños sufren dolor en sus ojos y arrastran secuelas psicológicas después de permanecer en esa celda” señala uno de los periodistas. La intención de las autoridades israelíes es que los niños confiesen, probablemente a sabiendas que en dichas condiciones podrían hacer que hasta un israelí confesara haber tirado piedras contra sus propias fuerzas de seguridad.
El interrogatorio es otra pesadilla, “Los niños tienen que confesar con las manos y los pies encadenados con grilletes y sometiéndose al cuestionario intimidatorio de la autoridad israelí, a veces incluso les obligan a escribir el relato en hebreo”.
“Me sentía solo y aterrado durante todo el tiempo. Necesitaba hablar con alguien desesperadamente”, declaró Shabrawi al diario ‘The Guardian’. El adolescente confesó en el interrogatorio que formaba parte de una organización ilegal y fue condenado a 45 días de cárcel.
Otro de los testimonios recogidos por The Guardian cuenta la historia de Thaer, un niño de 15 años que fue detenido en la calle mientras recogía madera, acusado igualmente de tirar piedras contra las fuerzas de ocupación israelí. “Los soldados me agarraron con fuerza. Me dijeron que me dispararían si no hablaba”. A Thaer le ataron de pies y manos, y lo llevaron hasta los calabozos. Allí permaneció entre cinco y seis horas sin comer, beber agua ni ir al baño. Después, lo llevaron a un centro de seguridad de la Autoridad Palestina, donde fue liberado.
La ONU a través del representante contra la tortura, Juan Mendez, pidió a Israel que prohíba completamente la detención y el confinamiento de menores en un informe que presentó ante la Asamblea General de Octubre de 2011. Allí advertía que retener a jóvenes en tales condiciones es una forma de tortura y un castigo degradante e inhumano.
Según los datos de las organizaciones, alrededor de 700 niños, la mayoría de 12 años de edad de media, son detenidos y juzgados por órganos militares israelíes.