Según el informe realizado por los jefes de misión de la Unión Europea acreditados en Jerusalén Este y en Ramallah, se constata que las cosas van de mal en peor debido a la constante expansión de Israel en el sector ocupado de la Ciudad Santa, sin que los organismos internacionales hagan nada para evitarlo.
Fuente: Eugenio García Gascón, Público – España
Los jefes de misión de la Unión Europea acreditados en Jerusalén Este y en Ramallah elevaron el Informe Jerusalén correspondiente al año 2011 al Comité Político y de Seguridad (COPS) en el que están representados los 27 Estados y la Comisión Europea, y donde se insta a una mayor implicación de la UE en todo lo relativo a Jerusalén Este, cuya situación se ha deteriorado significativamente durante el último año.
En el informe, se constata que las cosas van de mal en peor debido a la constante expansión de Israel en el sector ocupado de la Ciudad Santa, sin que los organismos internacionales hagan nada para evitarlo.
Con el Informe Jerusalén, los cónsules muestran que han cumplido su parte del trabajo y ponen en evidencia a los líderes políticos que no obran en consecuencia.
Los jefes de misión recuerdan que la política de la UE respecto a Jerusalén “se basa en los principios de la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU”, es decir en que es “inadmisible la adquisición de territorio por la fuerza”, que es el pilar de las negociaciones que se iniciaron en Madrid en 1991 y que Israel desoye a diario enviando a sus colonos a Jerusalén Este y al resto de Cisjordania.
Paquete de recomendaciones
Los cónsules redactaron un paquete de recomendaciones que han dividido en varios apartados: Jerusalén Este como futura capital palestina; reapertura de las instituciones palestinas en Jerusalén Este; derechos económicos y sociales de la población palestina; dimensión religiosa y cultural de la ciudad, y reforzamiento del papel de la Unión Europea.
Entre las recomendaciones figuran las de establecer un punto focal de la OLP en Jerusalén; evitar que la seguridad israelí acompañe a los altos cargos europeos cuando estos visitan el sector ocupado; evitar las transacciones financieras de la Unión Europea que beneficien a las colonias israelíes; evitar la importación de productos que se originan en los territorios ocupados y cuya procedencia Israel trata de ocultar; hospedar eventos de la sociedad palestina en los consulados europeos mientras Israel no permita que se realicen en Jerusalén Este; y compartir información sobre los colonos israelíes violentos para determinar si se les permite entrar o no en los países de la UE.
Peligro potencial
Los cónsules expresaron su preocupación por la situación en la Explanada de las Mezquitas, señalando que cualquier amenaza a su integridad “no sólo suscita tensiones locales sino que también tiene el potencial de provocar reacciones extremas a nivel regional y global”.
En este sentido, se remarcó la precaria situación que se ha creado con las obras que Israel quería llevar a cabo en el puente Mugrabi, el único acceso que tienen los no musulmanes a la Explanada de las Mezquitas.
Los cónsules destacan que el Ayuntamiento llevó a cabo “pasos preliminares” para sustituir el puente sin contar con el consentimiento de los palestinos ni de Jordania, creándose una situación muy sensible y problemática.