El Consejo de seguridad de la ONU acordó el 17 de enero, pese a las reticencias iniciales de Estados Unidos, analizar el miércoles 18 la situación humanitaria en los territorios palestinos ocupados.
Fuente: Agencia EFE
Los quince miembros del máximo órgano internacional de seguridad accedieron a que la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, les presente un informe sobre el impacto humanitario en Cisjordania de la campaña de asentamientos que lleva a cabo el Gobierno de Israel.
Así lo había pedido al Consejo de Seguridad el representante palestino ante la ONU, Riyad Mansour, quien se encontró con la oposición estadounidense, aunque finalmente esa delegación accedió a la comparecencia de Amos, que tendrá lugar a puerta cerrada en la sesión matinal de ese órgano.
“Palestina ha trabajado con los miembros del Consejo para garantizar la comparecencia de Valerie Amos sobre la situación humanitaria en los territorios ocupados, incluido Jerusalén Este, particularmente para que informe del impacto de la campaña israelí de asentamientos ilegales”, indicaron fuentes palestinas.
Las mismas fuentes señalaron que “la solución de los dos Estados continuará siendo inalcanzable si los territorios ocupados palestinos siguen sufriendo las graves consecuencias de la campaña israelí de asentamientos ilegales”.
Marruecos, nuevo miembro este año del Consejo de Seguridad, había presentado al resto de miembros en nombre de los palestinos la petición para que la responsable de la ONU para Asuntos Humanitarios compareciera, algo que finalmente acordó ese máximo órgano de decisiones este martes.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice, reconoció ante la prensa que su delegación considera que la comparecencia de Amos no se produce “en el momento óptimo”, al tiempo que dudó de la idoneidad de su “enfoque” y aseguró que Washington respeta el trabajo de la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios.
“Escucharemos su participación y responderemos”, indicó Rice.
Amos dirige la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que en varias ocasiones ha denunciado la ilegalidad de los asentamientos israelíes y ha cifrado en más de 150 los asentamientos impulsados por el Gobierno de Israel desde 1967, y en cien puntos los construidos por colonos sin autorización oficial.