Los datos de la genocida política israelí
Centro de Información Alternativa
Según datos de la UNRWA (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo), la Franja de Gaza alberga una población de más de 1.5 millones de personas, de los cuales 1.1 millones son refugiados palestinos distribuidos en 8 campos de refugiados. Años de conflicto y bloqueo han provocado que el 80% de la población dependa de la asistencia internacional para su subsistencia. Desde el comienzo de la segunda Intifada Al-Aqsa en 2000, Israel ha impuesto severas restricciones a la libertad de circulación hacia y desde la Franja de Gaza, aislándola de Cisjordania e interrumpiendo drásticamente el movimiento palestino entre las dos áreas. El ingreso de residentes de la Franja de Gaza a Israel para visitar a sus familiares o para que cónyuges vivan juntos está prohibido. Las visitas familiares de ciudadanos y residentes árabes de Israel a Gaza se han reducido al mínimo. Israel ha impuesto dificultades para que los residentes de Gaza se trasladen al extranjero, y a muchos se les ha negado la salida por completo.
Tanto la importación y exportación de productos se han limitado o detenido completamente. Además, sólo un pequeño número de habitantes de Gaza ha sido autorizado a trabajar en Israel, y decenas de miles de habitantes de Gaza han perdido su fuente de ingreso. Las restricciones a la circulación de mercancías y de trabajadores han causado una profunda recesión en la Franja, deteriorando la capacidad de sus habitantes para trabajar, y provocando una fuerte disminución en la calidad de vida. La tasa de pobreza ha aumentado en más del 40%. En septiembre de 2005, Israel llevó a cabo el “Plan de Desconexión de Gaza”, que incluía el desmantelamiento de los asentamientos en la Franja, la evacuación de los colonos y la retirada del ejército israelí. Después de completado el plan, Israel emitió una orden declarando el fin del gobierno militar en la Franja de Gaza y afirmó que ya no era responsable de la seguridad y bienestar de los residentes de Gaza. Como señala B´Tselem, al hacerlo, Israel ha ignorado la dura realidad en la Franja de Gaza producto de su prolongada ocupación, del cierre que había impuesto en el área por más de una década, y la dependencia de la economía palestina del mercado de trabajo israelí y del comercio con Israel.
Si bien la retirada del ejército de la Franja y el desmantelamiento de los asentamientos trajo como resultado una mejora considerable en la libertad de circulación de los palestinos en el interior de la Franja, Israel siguió controlando los cruces, el espacio aéreo y marítimo, y las decisiones relativas a la circulación de personas y bienes hacia y desde la Franja. Aunque el paso fronterizo de Rafah en la frontera con Egipto estuvo abierto durante siete meses después de la desconexión, en base a un acuerdo entre Israel y la Autoridad Palestina, permitiendo el movimiento a Egipto, fue cerrado después del secuestro del soldado Gilad Shalit en junio de 2006. Es decir que Israel continúa controlando aspectos decisivos de la vida palestina de la Franja de Gaza, a saber:
- Cruce de personas: Israel sigue manteniendo el control total de sus pasos fronterizos con la Franja de Gaza, así como el espacio aéreo y marítimo de la misma.
- Cruce de mercancías: Israel continúa controlando el movimiento de mercancías hacia y desde la Franja de Gaza. Los tres puntos de cruce designado para este propósito -Karni, Sufa y Kerem Shalom- están bajo control exclusivo de Israel. El cierre frecuente de los cruces comerciales y la imposición y endurecimiento del asedio ha paralizado económicamente a la Franja: 90% de las fábricas y miles de empresas han cerrado y decenas de miles de personas han perdido sus empleos. El cierre de los cruces ha llevado a una fuerte caída en la disponibilidad de artículos básicos, incluidos alimentos y medicinas. La economía de túnel que se ha desarrollado como resultado del asedio permite la entrada de productos que Israel prohíbe, pero no es un sustituto adecuado para la actividad económica de la Franja de Gaza.
- Espacio aéreo y aguas territoriales: Israel sigue manteniendo un control total sobre el espacio aéreo y aguas territoriales de la Franja de Gaza. El control del espacio aéreo permite a Israel, entre otras cosas, vigilar fácilmente las acciones en el terreno como interferir en emisiones aéreas, como programas de radio y televisión. Israel ha utilizado su control de las aguas de la costa de Gaza para restringir la pesca a partir de aproximadamente 5km. desde la costa. Israel no permite la construcción de un puerto o aeropuerto en la Franja de Gaza, impidiendo la libertad de circulación hacia y desde el área y la capacidad de los palestinos para manejar su propio comercio exterior.
- Registro de la población: Israel continúa controlando la articulación del registro de población de la Franja de Gaza y Cisjordania. Si bien la autoridad formal de la administración del registro de la población fue trasladada a la Autoridad Palestina bajo el segundo Acuerdo de Oslo de 1995, Israel continuó manteniendo ciertos poderes de veto, entre ellos el derecho de determinar si las parejas palestinas de Cisjordania y la Franja de Gaza y sus hijos mayores de 16 años pueden recibir el estatus de residencia palestino. Israel ha impuesto dificultades para permanecer en Cisjordania a los palestinos que tengan en sus tarjetas de identidad, la residencia en Gaza. Esto también corre para las personas de Gaza que han vivido en Cisjordania durante muchos años y han establecido allí sus familias. Como parte de esta política, desde 2007, Israel ha exigido que estas personas tengan un permiso especial, que se ofrece sólo si se cumplen condiciones estrictas. Las personas que no tienen el permiso se consideran en situación irregular y son expulsados a la Franja de Gaza.
- Sistema tributario: Israel sigue controlando el sistema fiscal de la Franja de Gaza. Con la imposición del asedio a Gaza, en junio de 2007, Israel bloqueó el código de aduanas de la Franja en su sistema informático de gobierno. Como resultado, a los productos sujetos a control de aduana se les impide ingresar. Israel permite sólo un número limitado de las importaciones, las que define como humanitarias y por lo tanto exentos de derechos de aduana.
El asedio a la Franja de Gaza ha llevado a una caída sustancial en la disponibilidad de las necesidades y medicamentos, así como un fuerte aumento en sus precios. En 2009, el número de personas desempleadas se elevó a 140.000, un 40% por ciento de la fuerza de trabajo.
El Ejército israelí ha llevado a cabo varias operaciones de fuerzas terrestres en la Franja. Por ejemplo, tras el secuestro del soldado Gilad Shalit el 26 de junio de 2006, Israel inició una amplia operación llamada “Lluvias de Verano” en la que el ejército bombardeó infraestructura civil e hizo incursiones en los centros de mayor población. Desde entonces, Israel ha atacado la Franja de Gaza en reiteradas ocasiones.
En todas estas acciones (hasta el 26 de diciembre de 2008), Israel asesino a 522 palestinos que no estaban tomando parte en las hostilidades. Esta cifra incluye 195 menores de edad, 49 mujeres y 25 hombres mayores de 50 años.
El 27 de diciembre de 2008, Israel comenzó su operación más amplia, llamada “Operación Plomo Fundido”, que se prolongó hasta el 18 de enero de 2009 y causó un daño sin precedentes a la población civil: 1.389 palestinos murieron, entre ellos 759 civiles que no tomaron parte en las hostilidades, y miles resultaron heridos. Israel también causó enormes daños a edificios e infraestructura, provocando que las instalaciones de electricidad, agua y cloacas residuales, que se encontraban al borde del colapso antes de la operación, dejaran de funcionar por completo. De acuerdo con cifras de la ONU, Israel destruyó más de 3.500 viviendas residenciales, dejando 20.000 personas sin hogar.
Nota: los datos presentados en este artículo han sido extraídos de B´Tselem, el Centro de Información Israelí sobre Derechos Humanos en los Territorios Ocupados.
Fuente: http://www.alternativenews.org/castellano/index.php/topics/economy-of-the-occupation/3093-articulo-1