Fuente: Eva Bartlett, IPS Noticias
“En tiempos difíciles sobrevivimos gracias al aceite de oliva. Durante la última guerra, muchos que no podían dejar sus hogares tenían sólo este producto y pan para mantenerse por largos períodos”, dijo Ahmed Sourani, del Comité Palestino de Alivio Agrícola.
Incluso durante la primera Intifada (levantamiento palestino contra la ocupación israelí), los olivos y el aceite de oliva fueron vitales.
“Permitieron sobrevivir a muchas miles de familias palestinas pobres. Cuando el ejército israelí nos impone toques de queda, es nuestra principal fuente de alimento. La mayoría de los estudiantes llevan como almuerzo a la escuela emparedados de za’atar (serpol, una variedad de tomillo) y de aceite de oliva”, explicó Sourani.
Esta fuente de alimento fue el blanco de Israel durante años. En noviembre de 2008, Oxfam informó que desde 2000 se habían destruido 112.000 olivos en la Franja de Gaza.
“Según las autoridades israelíes, la ‘zona de exclusión’ que prohíbe a los palestinos estar en su tierra, es a 300 metros de la frontera de la Línea Verde entre Gaza e Israel. Pero en realidad se extiende mucho más allá de 600 metros, abarcando un 30 % de las tierras agrícolas de Gaza”, señaló Sourani.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) cita áreas de hasta dos kilómetros dentro de las fronteras de Gaza que han quedado inaccesibles debido a la política de balaceras, bombardeos e intrusiones de Israel.
Según el Comité Palestino de Alivio Agrícola, más de 42 por ciento de los 175 kilómetros cuadrados de tierra arable de la franja fue destruido durante las invasiones y operaciones israelíes.
La Organización Mundial de la Salud comunicó que sólo la última guerra de Israel contra Gaza destruyó hasta el 60 % de la industria agrícola.
Pese a la campaña sistemática de destrucción de olivos, Sourani dijo que “áreas de Gaza todavía tienen algunos que son centenarios”. Esto ocurre particularmente en los barrios de Zaytoun, Sheyjayee y Tuffah.
De todos modos, estos árboles antiguos constituyen una cantidad ínfima, y el promedio de edad de los olivos es de unos cinco años, indicó Sourani.
En vista de que las tierras agrícolas de Gaza están cada vez más yermas, el Ministerio de Agricultura de la Franja planea ahora una resistencia no violenta a la destrucción de este sector por parte de Israel.
Ahmad Fatayar, de esa cartera, señaló que con el paso de los años, políticas e incentivos económicos influenciados por el Estado judío se diseñaron para obligar a los agricultores palestinos a dejar de cultivar árboles en sus tierras, para pasar a trabajar en invernaderos o como obreros en Israel.
Luego de que las aplanadoras israelíes arrasaron esas tierras, a los palestinos les resulta difícil, sino imposible, cultivar sus olivos.
“Creamos un arboreto a fin de cultivar un millón de olivos en toda la Franja de Gaza, particularmente en la zona de exclusión, que ha sido ampliamente destruida”, dijo Fatayar.
También listó una vasta variedad de beneficios y usos de los olivos. “Pueden cultivarse en calles, patios escolares y frente a las casas, y pueden soportar períodos muy secos y agua salada, pueden almacenarse durante largas temporadas y se usan en varias industrias, como la de los alimentos, forraje, carbón, compost (abono orgánico) y medicinas”, señaló.
Para una familia palestina promedio de ocho miembros, “dos o tres olivos alcanzan para aportar el aceite y las aceitunas necesarias para el consumo anual”, añadió.
Según Sourani, aparte de sus aspectos nutritivos y económicos prácticos, los olivos son importantes por muchos más motivos. “Los palestinos también consideran que el olivo es un símbolo de la tierra, de la independencia, la paz y la dignidad”, sostuvo.
“Usamos el aceite de oliva para todo, incluso para el cabello. Cuando estamos enfermos, nos frotamos el cuerpo con este producto. Incluso se usa como cosmético: lo empleamos para hacer ‘kohl’, una versión no tóxica del delineador de ojos. Las hojas de los olivos son medicinales y pueden utilizarse en la industria farmacéutica, y como té para tratar la diabetes y el dolor estomacal”, detalló.
Para satisfacer las necesidades de la desproporcionada cantidad de palestinos que viven en la Franja de Gaza (1,6 millones en 365 kilómetros cuadrados), buena parte de la demanda de aceitunas y aceite de Gaza fueron satisfechas previamente por agricultores de la ocupada Cisjordania.
Un informe de 2010 de Oxfam plantea que “el bloqueo israelí impuesto a la Franja de Gaza afectó considerablemente la importación de aceitunas y aceite de oliva desde Cisjordania”.
También señala un aumento en las importaciones de “aceite cuyo precio bajó porque había llegado a su fecha de vencimiento”.
“Ahora solamente obtenemos una pequeña cantidad de Cisjordania. El resto viene de Siria, Líbano, Egipto y España. Pero seguimos prefiriendo el aceite de oliva de Palestina: el Surri, que data de la era romana”, dijo Sourani.
El plan de autosuficiencia del Ministerio de Agricultura también incluye el cultivo de palmas datileras.
Como los olivos, las palmas datileras son de especial importancia histórica, nutricional, económica y cultural para los palestinos. “Son una importante fuente de nutrición, son muy productivas y no cuesta mucho cultivarlas”, señaló.
Ahmad Fatayar observó que “las palmas datileras pueden cultivarse en apenas uno o dos metros cuadrados. Una sola de esas palmeras puede producir hasta 200 kilogramos de dátiles”.
“En unos siete años, una plántula genera una palmera con frutos y otras 10 plántulas, que siete años después darán 10 palmeras productivas y 100 plántulas más”, dijo Fatayar.
Según estimaciones del Ministerio, para 2020 habrá aproximadamente tres millones de plántulas, muchas de las cuales darán sus frutos.
Los beneficios de una palma datilera exitosa incluyen alimentos (melazas, dulces y aceite), productos textiles (mobiliario y vestimenta) y agrícolas (forraje para los animales), y papel.