Las autoridades israelíes transforman sectores de Jerusalén Este en parques nacionales con el objetivo de impedir el desarrollo de los barrios palestinos, informan dos organizaciones israelíes de defensa de los derechos humanos.
Fuente: Agencia AFP
Estas ONGs, que publicaron dos informes separados este martes, acusan al ayuntamiento israelí de Jerusalén y a la Autoridad de Parques y Reservas Naturales de bloquear el desarrollo de esos barrios.
“Llamamos a esos parques nacionales colonias verdes”, explicó Efrat Cohen-Bar, arquitecta de Bimkom, una organización especializada en urbanismo que defiende los derechos de los palestinos de Jersualén Este, ocupada y anexada.
“Israel se apropia todos los espacios libres, lo que significa que no puede haber expansión de esos barrios”, agregó.
En Issawiya, un barrio sobrepoblado y donde la mitad de las construcciones son ilegales, los habitantes intentan desde hace años, con la ayuda de Bimkom, obtener permisos para construir en una zona desocupada adyacente. Pero Israel decidió utilizar ese espacio para un parque nacional.
Las autoridades israelíes justifican la transformación de las zonas libres en parques por el valor arqueológico o ecológico.
Pero Emek Shalev, una ONG que se opone a la “politización” de la arqueología, estima que con la excepción de los valles alrededor de la Ciudad Vieja, los “parques naturales” de Jerusalén Este “no tienen más valor arqueológico que cualquier otro lugar de Jerusalén”.
En su informe titulado “¿Dónde están las ruinas de la antigüedad?”, la ONG estima que la recalificación en parques de dos zonas, cerca del Monte de los Olivos y de Issawiya, está motivada por consideraciones “políticas”.
“Se trata de crear una continuidad territorial que permitirá una conexión ‘sin palestinos’ entre Jerusalén y las colonias situadas al este de la ciudad y cortará así el sur del norte de Cisjordania”, según el documento.
Israel proclamó el conjunto de Jerusalén como su capital “eterna e indivisible”, mientras que los palestinos quieren que Jerusalén Este, ocupada y anexada por el Estado hebreo en 1967, sea la capital de su futuro Estado.