Sorpresa y expectativa generó la anunciada y reciente firma del Tratado de Libre Comercio del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) con Palestina en la capital de Uruguay, Montevideo, a la par que, en el mismo encuentro, se procedió al traspaso de la presidencia pro témpore de este organismo a la Argentina, quien desde entonces deberá monitorear la política mercosuriana. Como sabemos, el MERCOSUR está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Venezuela -en un largo proceso de formalizar su ingreso saboteado por el Senado paraguayo- y Ecuador solicitando su integración al acuerdo económico.
El antecedente directo de un acuerdo de este tipo hacia la región del llamado “Medio Oriente” es el tratado firmado y mantenido por este bloque, desde el 2010 y concretamente marzo de 2011 con Israel (aunque las gestiones se venían desarrollando desde 2007). Esta nueva iniciativa de confianza económica y política hacia la Autoridad Nacional Palestina (ANP) parecería establecer un trato aparentemente más parejo, aunque no nos libera de algunas inquietantes preguntas.
En la actualidad Palestina está bregando para que Israel deje de obstaculizar su desarrollo económico, se levante el bloqueo a Gaza y se liberen los fondos de ayuda internacional cuya llegada Israel intermitentemente bloquea en virtud de los conocidos hechos de consonancia mundial (apoyo de China y de otras naciones de peso en el concierto mundial hacia la causa palestina).
Al respecto no podemos dejar de destacar y celebrar la iniciativa de la Argentina en términos de políticas hacia la ANP, no sólo porque hace un año fue de los primeros países del sur en reconocer a Palestina como Estado (el 6/12/10 se hizo el anuncio desde la Cancillería), sino porque además es la única entre los países miembros del MERCOSUR que ya tiene antecedentes de intercambios comerciales de cierta monta con Palestina. Según la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) “a excepción de Argentina, los países del Mercosur prácticamente no tienen intercambio comercial con la Autoridad Palestina. Argentina exportó bienes por 1.702 millones de dólares a los palestinos en 2010” (1). El significado político que tiene la firma de este tratado es tanto más valioso cuando notamos que la ANP aún no es considerada como un Estado de plenos derechos por organismos supranacionales como la ONU. Por ello, esta iniciativa del MERCOSUR de establecer un Tratado de Libre Comercio con Palestina es de suma importancia y ojalá dé paso a programas concretos no sólo de comercio sino también de cooperación internacional.
A consecuencia de todo lo anterior sería deseable y esperable que Argentina asuma un rol protagónico durante su presidencia pro témpore del MERCOSUR y que pueda proponer políticas económicas de confianza hacia Palestina en conjunción con políticas regionales de la UNASUR (como bloque político).
Mariela Flores Torres es doctoranda de la Universidad de Quilmes (Argentina) por la disciplina de Historia y becaria del CONICET.
Contacto: maflorestorres@yahoo.com.ar
1 Consultar ALADI: http://www.aladi.org/