El embajador palestino en Naciones Unidas con calidad de observador permanente, Riyad Mansour, ha enviado su carta número 411 desde septiembre de 2000 al presidente del Consejo de Seguridad, Jose Filipe Moraes Cabral, denunciando entre otras cosas el empeño de Israel en limpiar de palestinos Cisjordania y Jerusalén Este.
Fuente: Servimedia – España
En la misiva, recogida por Servimedia, el embajador palestino condena y rechaza la “serie continuada de medidas unilaterales e ilegales” que está llevando a cabo Israel, la última de las cuales sería la oferta de 2.548 asentamientos ilegales para vender a nuevos colonos en los territorios ocupados, la mayoría en Jerusalén Este.
Para Mansour, esto demuestra el empeño de Israel en reforzar su “ocupación ilegítima” y su “flagrante rechazo del consenso y el derecho internacional”. Todo esto lo atribuye al hecho de que la comunidad internacional “no haya pedido cuentas a Israel por sus violaciones” a lo largo de “muchas décadas”.
La carta cita los casos concretos de una familia expulsada de Jerusalén Este y castigada con sanciones retroactivas por valor de 300.000 dólares y otras cuatro de Jericó cuyos hogares fueron demolidos.
Esto demostraría los “intentos sistemáticos” del Gobierno israelí de “limpiar” estas zonas de su “población autóctona palestina” para “alterar su composición demográfica y su carácter cultural”.
En otro orden de cosas, la carta denuncia el “bloqueo inhumano” de la Franja de Gaza, los ataques militares que golpean a la población civil, la retención de los impuestos que pagan los palestinos, la criminalización del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, y el mantenimiento en prisión de una “presa política” enferma que había solicitado su traslado a Jordania para curarse.