Fuente: Rumbo a Gaza
El coordinador del barco irlandés, Fintan Lane, fue capaz de hacer una llamada telefónica la tarde del 6 de noviembre desde la prisión israelí en la que él y otros 20 ciudadanos están detenidos. En la llamada al equipo de Irish Ship to Gaza confirmó que la toma de las naves Saoirse MV y Tahrir fue violenta y peligrosa. A pesar de las protesta y de la resistencia pacífica de los ocupantes de los dos barcos que no querían ser llevados a Israel, fueron sacados a la fuerza y con un uso desproporcıonado de la fuerza el abordaje duro alrededor de tres horas.
“Comenzó con las fuerzas israelíes regando los barcos con mangueras de agua a presión y con soldados apuntando a los pasajeros con sus armas por las ventanas de las embarcaciones. Yo fui lanzado por las escaleras del barco. Las ventanas estaban rotas y el puente de la embarcación casi se incendió. Los barcos fueron acorralados hasta tal punto que los dos barcos, el Saoirse y el Tahrir, chocaron entre sí y sufrieron daños. Los barcos casi se hundieron. La forma en la que los barcos fueron detenidos y abordados sin duda fue peligrosa para nuestras vidas”, explicó Fintan Lane, coordinador de Ship to Gaza Ireland. Las fuerzas israelíes inicialmente querían dejar los barcos en el mar, pero los secuestrados exigieron que no abandonaran las embarcacıones porque se habrían perdido y hundido con total seguridad. Todas las pertenencias de los pasajeros y la tripulación fueron tomadas por los soldados y todavía no se sabe si las van a devolver. Los 21 ciudadanos permanecen en la prisión Givon. La llamada telefónica fue muy apresurada y terminó abruptamente con Fintan diciendo: “Me tengo que ir.”
Claudia Saba, portavoz de Ship to Gaza Ireland, que recibió la llamada de Lane ha comentado que “el relato recibido de Fintan Lane, contradice abiertamente el discurso israelí de que Israel tomó todas las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los activistas a bordo de los buques. Es un pequeño milagro que nadie resultase herido de gravedad durante el abodaje, obviamente, muy violento.”
Asimısmo, uno de los capitanes de nacionalidad griega fue maltratado de diversas maneras. Atado de pies y manos fue conducido a la prisión e incluso tuvo que soportar las agresiones de los soldados metiéndole los dedos en los ojos con el fin de intimidarle para futuras misiones marítimas hacia Gaza. Otro de los pasajeros sufrió descargas eléctricas, según ha denunciado la iniciativa canadiense Canada Ship to Gaza.
A día de hoy no hemos escuchado ninguna condena por parte de ningún gobierno; algo que consideramos lamentable y una actitud no representativa de la sociedad civil mundial. Pedimos la libertad inmediata de los activistas de la Freedom Waves que siguen secuestrados en Israel, así como la libertad de los miles de presos políticos palestinos que se encuentran en su misma situación.